domingo. 05.05.2024

Moya ha destacado la importancia que tiene que los mayores no se dejen embaucar a la hora de firmar contratos fraudulentos o hacer compras cuando alguien les visita en su propio domicilio: “Cuando llega esta época se dan por ejemplo, las falsas revisiones de gas, reuniones de ventas, y les voy a explicar lo que tienen que saber los usuarios sobre estos temas, o cuando les quieren regalar un libro por teléfono y cuando van a la casa les ofrecen el sillón relax, el colchón, etcétera, por un módico precio al mes, que ellos ven bien, pero que al final resulta que la financiación les sale carísima”.

El objetivo de este tipo de ventas suelen ser colectivos vulnerables como las personas de la tercera edad quienes según la delegada de la OMIC “cuando entran a venderles en su casa, se encuentran un poco violentas y les cuesta decir que no, además que los vendedores suelen ir muy bien preparados psicológicamente para captar a los usuarios. Los más débiles son los de mayor edad”.

Este tipo de contratos tienen una ventaja legal para el usuario y es que se puede desestimar en un plazo de 7 días desde que se firma el contrato en el domicilio del consumidor, además sin dar explicaciones de por qué lo hace:  “Estos 7 días son muy importantes, ocurre que cuando estas personas llaman a las empresas para anular el contrato les dicen que sí lo harán y que pasarán a recoger los artículos, pero pasan los días y no los recogen ni llevan a cabo la anulación, con lo cual el usuario ha perdido su derecho legal a revocar ese contrato”, explica Ana Moya quién también ha añadido que si necesitan ayuda la OMIC se la da.

Recomendaciones

- Nunca se debe comprar de forma impulsiva. Hay que reflexionar sobre el producto: si realmente se necesita y si se quiere adquirir.

- Es recomendable comprar a comerciantes que vendan en zonas fijas o con cierta periodicidad, ya que siempre será más fácil la mediación en caso de que ocurra cualquier problema.

- Antes de firmar el contrato hay que asegurarse de que el producto cumple con las condiciones descritas por la empresa o persona vendedora.

- Debe leerse bien el contrato antes de firmarlo, y asegurarse de que cumple las condiciones fijadas por la ley. No firmar nada que no se entienda.

- No hay que fiarse de una persona vendedora que nos entregue un contrato en el que únicamente conste como dirección postal un apartado de correos.

- Comprobar a cargo de quién corren los gastos de envío del producto.

- Desconfiar de productos milagro que prometen remedios para cualquier mal de la salud.

- En la venta a domicilio, asegurarse de la identidad de la persona que viene a vender, y comprobar que realmente trabaja para la empresa que dice representar.

Consejos para que los mayores compren con seguridad, tema central de una charla en el...