Entre los datos planteados sobre la mesa están los de la inversión que se necesitaría para crear la cooperativa, que rondaría los cuatro millones de euros, tal y como explicó Gregorio López de Lerma, representante de Asaja. Una cifra que se podría cubrir en un 40% a través de subvenciones como la de la OCM del Vino.
Además, López de Lerma apuntó a que se necesitarían recoger unos 10 millones de kilos de uva en cada campaña para que el proyecto sea viable. En este sentido, recordó que en la primera reunión hubo cierto interés por parte de un grupo de 30 agricultores que aportarían seis o siete millones de kilos de uva.
En cuanto a la infraestructura y maquinaria necesaria, el representante de Asaja se limitó a señalar que se están barajando dos posibles ubicaciones a la hora de instalar la cooperativa, un proyecto que es posible que esté listo para la próxima campaña de vendimia, si las negociaciones siguen su curso, según López de Lerma.
Una cooperativa vitivinícola en Valdepeñas conllevaría al sector productor obtener una mayor rentabilidad de su materia prima, elaborar una mayor variedad de productos que van más allá del vino y, sobre todo, que exista un mercado de oferta y demanda durante los doce meses del año, "no como el que hay ahora, que no hay mercado prácticamente, donde nos vienen impuestas las formas y en el que conocemos el precio de la uva una vez iniciada la campaña sin casi tiempo de negociar", ha reiterado López de Lerma.
Y es que, como aseguran desde el sector productor, "es absolutamente necesario que exista una cooperativa en la zona de la D.O. Valdepeñas para poder defender nuestro producto en el mercado nacional e incluso en el internacional aprovechando el momento dulce que vive el sector".
