¿Cuánto tiempo llevas en las escuelas de verano?
Llevo dos años como monitora de la escuela de verano del Colegio Público Jesús Castillo, que me ha brindado la oportunidad de seguir trabajando de cara al verano.
Eres Diplomada en Magisterio de Educación, ¿Qué experiencia profesional tienes?
Si, soy Diplomada en Magisterio de Educación Primaria por la Facultad de Educación de Ciudad Real (Universidad de Castilla – La Mancha) y titulación en Inglés (B2) de Cambridge por The English Academy en Dublín (Irlanda).
Mi experiencia profesional comienza en el año 2011, con las prácticas en el Colegio Santísima Trinidad de Valdepeñas, prácticas en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf y en el Aula Hospitalaria del Hospital General de Ciudad Real. Después de mi formación académica empiezo a trabajar en talleres de Inglés en el Colegio Público Jesús Castillo y Colegio Santísima Trinidad. También soy monitora del “Aula Matinal” del colegio público Jesús Castillo y monitora de su escuela de verano.
Además he trabajado en una academia como profesora de inglés, preparando a los alumnos para exámenes de Trinity y en formación de lengua inglesa para trabajadores de Tecnobit.
¿Qué supone para ti trabajar con niños en verano y que te aporta como docente y como persona?
Trabajar con niños es uno de los trabajos más gratificantes que conozco sea verano o invierno. Es enriquecedor para cualquier docente enseñar y aprender (de ellos) y la sintonía que se puede llegar a tener con los alumnos. La inocencia, la sinceridad y la alegría que muestran es un aliciente más para seguir trabajando con ilusión.
¿Qué número de niños componen "el cole de verano" del C.P. Jesús Castillo y cuáles son sus edades?
El número de niños no es constante durante los dos meses (Julio y Agosto), ya que varía dependiendo de la disponibilidad de los padres. Normalmente Julio es el mes más demandado por las familias. Si hablamos de este año, el número de alumnos en Julio ha sido bastante elevado, sobre unos 35 niños. En cambio, en Agosto, decrece el número de alumnos, bien sea por vacaciones en familia, campus con otras organizaciones, piscina, etcétera.
Las edades comprenden desde los tres años hasta los 10 años, desde Educación Infantil hasta 4º de Educación Primaria.
¿Cómo planificas las clases, qué actividades organizas, y cuáles te proponen los alumnos?
Intento que las clases se compaginen, tanto actividades lúdicas como actividades de refuerzo del curso que han terminado dichos alumnos.
A primera hora, normalmente se realizan fichas de trabajo, pueden traer cuadernos de verano o se le proporcionan fichas según sus conocimientos, y después se realizan manualidades y juegos. Siempre hay un “Tú sí que vales”, una vez por semana, en el que se muestran las aptitudes de los niños y niñas, un teatro donde se cuentan chistes, algo interesante que les ha ocurrido… y por supuesto… en esta escuela de verano siempre hay hueco para el FÚTBOL.
Los alumnos siempre me proponen más fútbol y manualidades, no se cansan nunca.
¿Qué nivel de inglés tienen los niños a estas edades, como debería mejorarse y a partir de qué edad deberían comenzar con el aprendizaje de idiomas?
El nivel de inglés varía según el curso en el que estén. Algunos alumnos siempre despuntan más que otros, normalmente porque les gusta lo que estudian o porque van a clases extraescolares que les permiten reforzar o ampliar conocimientos.
La mejor edad para comenzar con el aprendizaje es la Educación Infantil. Es en esas edades cuando la motivación es pieza clave. En Infantil no hay vergüenzas, ni competitividad por ser el mejor. Para ellos es simplemente un juego divertido, y con ello el aprendizaje.
¿Cómo ves la situación de la educación en España?
Creo que hay un problema estructural en cuanto a que las leyes educativas se promulgan y se derogan dependiendo del color político del partido que esté en el poder. Una ley de Educación debería de ser integral, con el objetivo de formar ciudadanos críticos y enseñar conocimientos.
Además, este sistema está saturado de docentes no profesionales, gente que entró en el sistema educativo por “sacarse una carrera” que no tienen ninguna vocación, lo que puede provocar la desmotivación de los alumnos.
