De Lara, que ha estado acompañado por el vicepresidente responsable del Área de Personal y concejal en el Ayuntamiento de la localidad, Manuel Martínez López-Alcorocho, ha agradecido la invitación del centro antes de ofrecer una intervención plagada de sentidas y cercanas referencias a la labor de los maestros y a la importancia que tiene que la educación sea universal y pública, de la que se ha confesado "acérrimo defensor".
Tras comentar que la profesión de enseñante es la que más admira y reconoce, ha recordado cómo estudio gracias al empeño personal de un maestro, una profesión que, según ha dicho, requiere de una gran carga vocacional, puesto que "el buen docente es el que mejor sabe trasmitir lo que sabe sabiendo extraer del alumno lo que lleva dentro".
Ha explicado que cuando comenzó a ejercer en 1976 como maestro los alumnos no se clasificaban por orden alfabético, sino en función del dinero que tenían sus familias, y ha dicho que no desea "bajo ningún concepto" volver a ese tipo de distinciones, sobre todo porque entonces chicos que acreditaban "unas posibilidades inmensas se quedaron en la cuneta".
Ha lamentado que en la actualidad la educación viva un momento complicado porque las clases están masificadas, han disminuido las plantillas, han aumentado las tasas, se ha reducido la formación profesional, se han eliminado becas y rutas de transporte escolar, etc. Y a ello se une el desasosiego que sufre el joven que ha acabado sus estudios universitarios y no tiene trabajo.
"La escuela debe reflexionar para luchar contra la tecnoluguria, la nuevas tecnologías de la información pueden ser instrumento, pero jamás fin de la acción educadora", ha dicho De Lara en otro momento de su intervención para añadir, a continuación, que es necesario buscar la colaboración de los padres y apostar por la educación en valores como la generosidad, tolerancia, solidaridad y hospitalidad.
Ha querido dejar claro, no obstante, que la autoridad del padre no tiene que ver nada con el autoritarismo, algo que ha comentado que reprueba. "Recuerdo a los maestros que más exigieron y nunca me humillaron", ha afirmado antes de hacer referencia a la frase de Victoria Camps: "Una cosa es proponerse enseñar matemáticas y otra educar enseñando matemáticas".
Y a los alumnos que llenaban el patio del Instituto Francisco Nieva de Valdepeñas, que han premiado con un caluroso aplauso el compromiso público del presidente de la Diputación "de reclamar a quien proceda" que el pabellón de educación física pueda ser utilizado cuanto antes, les ha dicho que en tiempos de bonanza y de crisis las mejores oportunidades siempre las van a tener los que estén mejor preparados. Les ha pedido que aprovechen el tiempo, que se formen y claven codos porque sólo de esa manera evitarán "ser gobernados por otros mañana". "Esforzaros ahora, intentar saber más ahora, porque llegaréis a ser más libres mañana.... Si no queréis que el guión de vuestro futuro lo escriban otros, aprender a escribir vuestro propio guión y eso es compatible con la diversión y el ocio necesario", ha añadido.
El director del IES Francisco Nieva, Martín Miguel Rubio Esteban, ha presentado a De Lara como un hombre comprometido con la docencia, "profesión que no ejerce en la actualidad porque se dedica a la acción política". Ha destacado que ha sido el director del colegio con más alumnos de La Solana y que siempre se ha mostrado interesado por los alumnos más necesitados. Y también ha hecho referencia a su vocación de poeta, "como demuestran los inspirados pregones en verso ofrecidos en varios pueblos de la provincia".
Ha explicado, por otro lado, es conocida la preocupación de De Lara por los discapacitados y por el pueblo saharaui. Y también ha hecho referencia a que la Diputación de Ciudad Real es la que más porcentaje de sus ingresos corrientes destina a ayuda a cooperación internacional, cosa que, a su juicio, "no ha perjudicado la gestión económica porque que es la más saneada y la que tiene la mayor estadística económica del país".
Decir, por último, que al inicio del acto el alumno Ramón López Rodero ha interpretado al piano dos piezas musicales, una de Albeniz y otra de Chopin.
