Los hechos fueron investigados durante 2011 al sospechar que una serie de personas estaban vendiendo droga en Valdepeñas y Moral de Calatrava. Se puso en marcha el control judicial de los teléfonos de los implicados y el registro de sus domicilios, en los que fueron encontradas varias cantidades de droga, así como utensilios y sustancias para tratar y preparar la droga para su venta.
En la misma operación también se hicieron registros en Seseña (Toledo) y Leganés (Madrid).