Actualmente, hay más de 7.000 centros en todo el mundo y más de 100 en España que utilizan estas técnicas de aprendizaje con gran éxito.
Según Pilar López, orientadora del centro y una de las iniciadoras del proyecto en este colegio, “los padres o familiares actúan de voluntarios con los niños, apoyando al profesor en clase. Ellos controlan el trabajo de cada grupo de alumnos, de modo que por cada cuatro o cinco alumnos se pueda contar con un voluntario que asegure el aprendizaje dialógico del alumno, es decir, los niños o niñas que más saben enseñan a los que menos nivel tienen. Así se favorece la convivencia en el aula a través de los grupos interactivos. No es necesario que los familiares tengan una gran formación, puesto que ellos no enseñan”.
Con este sistema se trata de conseguir el éxito de aprendizaje para todos, aprender de forma solidaria con valores como la solidaridad y el respeto. En este tipo de comunidades se parte de la base de que el niño o la niña tienen la misma capacidad de aprender, el colegio abre sus puertas para que las familias se impliquen, y así aprenden todos.
Para López es una escuela en la que los niños ven como sus familias se implican en el colegio, “ven que sus padres, abuelos o tíos leen, y ellos leen. Hay padres que te piden entrar en grupos de cursos superiores para cuando sus hijos lleguen a ese curso estar a su altura y enseñarles. Los alumnos de 3ª y 4ª de ESO también ayudan a los pequeños, incluso se realizan actividades en la calle interactuando con el resto de ciudadanos”.
Para llevar a cabo este tipo de escuela es necesario un proceso de transformación que requiere de una serie de etapas sucesivas que los centros deben incorporar de forma paulatina: fase de sensibilización, toma de decisión, fase del sueño, selección de prioridades y planificación y puesta en macha.
En las Comunidades de Aprendizaje se dan distintos cambios que favorecen a los alumnos, como: cambio de la metodología, se realiza mucho más trabajo en menos tiempo, las relaciones entre alumnos mejora puesto que se ayudan entre ellos, se esperan y se escuchan. Los alumnos sorprenden por su actitud puesto que cambian hábitos de trabajo que antes no tenían, como el trabajo en equipo.
Asimismo se han creado varias Comisiones Mixtas para desarrollar el trabajo y cumplir los sueños de la Comunidad: convivencia, académica, organización y funcionamiento, infraestructuras y biblioteca. Estos grupos están formados por dos profesores, dos voluntarios y dos alumnos. Todos ellos tienen voz y voto en las distintas cuestiones que afectan a la vida académica y de convivencia del Centro.
Otras actividades que se realizan en Comunidad
Además del voluntariado y la implicación de las familias en la Comunidad de Aprendizaje también se realizan otro tipo de actividades, que refuerzan el aprendizaje de los niños y niñas como son:
Lecturas dialógicas, para aumentar las expectativas de lectura de los alumnos.
Tertulias Literarias, se trata de leer, comentar y debatir lo leído. Actividad que se realiza en la biblioteca del centro una o dos veces al mes por la tarde. Con ello se fomenta la lectura entre familiares.
César Caminero, director del Centro, señaló que el éxito de este proyecto y la implicación de las familias ya ha dado sus frutos: “los padres se implican en todo, incluso aportan lo que saben en cuanto a trabajos manuales y de reparación en el cole: han hecho murales, han decorado los baños, los pasillos, se implican en las necesidades del colegio, con lo que ellos pueden aportar. Los alumnos ven que sus padres participan de la Comunidad Educativa, y les gusta”.
En definitiva se trata de un proyecto en el que se afianza el aprendizaje, el profesor recupera la ilusión y a la vez se motiva al alumno, se mejora la convivencia en el aula, se realizan más actividades, se mejora la relación entre el Colegio, la familia y la Comunidad en general, cambian las expectativas y la autoestima del alumnado, en cuanto a capacidad comunicativa, se escuchan, se ayudan más entre sí, se guardan turnos de palabra para intervenir.
