Según ha relatado Pilar Ballesteros a advaldepeñas, los hechos ocurrieron cuando tras el nacimiento de su hermano en el Hospital de Valdepeñas el 4 de diciembre de 1976, informaron a los padres que el niño necesitaba una transfusión de sangre y que debían llevárselo al hospital de Ciudad Real: “Mi padre quiso acompañarles en el traslado pero le dijeron que no era posible y como mi madre estaba ingresada pensó en quedarse con ella. Insistió mucho en ir, pero le dijeron que no y que no se preocupase”.
Pilar cuenta que a ella siempre le ha llamado la atención lo que sus padres contaban sobre “la supuesta muerte de su hermano” y como había cosas que no le cuadraban: “Yo oía a mis padres hablar del tema pero había cosas muy raras, así es que un día me animé a buscar datos, información, papeles, algo que pudiera aclarar la historia, entré en SOS Bebés robados y hace algo más de un año realizamos la denuncia que fue archivada, pero a los 15 días se volvió a abrir el caso, puesto que, por ejemplo, la firma que había en la orden de enterramiento no era la de mi padre, aunque sí constaba su nombre. Pero la firma no era de él”.
Al parecer y según explica Ballesteros “cuando le dijeron a mi padre que mi hermano había muerto, fue a buscarlo para enterrarlo en Valdepeñas pero no quisieron dárselo, le dijeron que ya se encargaban ellos, quedaron para ir al cementerio a la hora del entierro y cuando llegaron, una hora antes de lo que les habían dicho, ya lo habían llevado a cabo y según consta en los papeles fue enterrado en el cementerio de Ciudad Real el día 10 de diciembre”.
Para Pilar resulta todo muy extraño y hay cosas que no tienen sentido, como "la insistencia en no dejárselo ver a mi padre, diciéndole que estaba desfigurado, y cuando lo consigue se lo enseñan en una habitación en la que solo había un foco, con una camilla negra donde había un niño que pesaría más de 4 kilos, un bebé grande, cuando mi hermano pesó al nacer 2,8 kilos. Incluso no pudo ver la cara del médico que se encontraba de espaldas. Además, le dijeron que solo podía verlo a 10 metros de distancia, pero pudo observar que el niño tenía una pierna y un brazo doblados".
Así, el juzgado de Valdepeñas ha ordenado que el próximo martes 9 de junio a las 10:00 horas se abra la sepultura donde está “supuestamente enterrado el cuerpo de mi hermano, si es que hay cuerpo”, añade Pilar, quién también señala que “si hubiese cuerpo y para saber si realmente es mi hermano le harían las pruebas de ADN, a las que ya se han sometido mis padres”.
Finalmente, Pilar Ballesteros ha contado que en caso de no haber cuerpo dentro de la sepultura se abriría un nuevo proceso para tratar "de localizar a mi hermano".
