viernes. 19.04.2024

El teniente del Ejército del Aire, Francisco Arcos Mena, ha cedido parte de su patrimonio militar a la Muy Ilustre y Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Caído y María Santísima de la Esperanza, de la que es hermano.

En un sencillo acto celebrado en la casa hermandad, Francisco Arcos, teniente especialista en Electrónica, actualmente en la reserva, ha entregado para engrosar el patrimonio de la citada Cofradía la boina azul que utilizó en las misiones internacionales llevadas a cabo en Namibia (1989), y en Ruanda (1994), ambas bajo mandato de las operaciones de Naciones Unidas.

Igualmente entregó la gorra de plato utilizada en su carrera militar. Hay que recordar que Francisco Arcos, aunque natural de Montiel (Ciudad Real), tiene su residencia desde hace años en Valdepeñas. En 1976 ascendió a sargento especialista, y ha estado destinado en el Estado Mayor de la Defensa (EMAD), en el Ala-35 con base en Getafe (Madrid), donde permaneció durante 21 años, y estuvo también destinado en el Escuadrón de Vigilancia Aérea (EVA-2) situado en Villatobas (Toledo). Hace 4 años pasó a la situación de reserva. Ha participado en diversas misiones internacionales además de las citadas, caso de Afganistán, así como en El Chad (África central).

Tiene concedidas diversas condecoraciones, entre ellas 2 medallas de Naciones Unidas.

Tras la entrega de estas dos prendas de cabeza, tanto el hermano mayor-presidente, Tomás Muñoz Salas, como el secretario general, Ángel López Sánchez le agradecieron su donación, que pasa a formar parte del amplio patrimonio de las Fuerzas Armadas con el que cuentan, pues no hay que olvidar que esta Corporación Penitencial lleva vinculada 27 años con los Ejércitos y la Marina.

Testigos del acto fueron también el directivo Víctor Manuel Vélez Romero y el refundador, Luis Rodríguez Mora.

Francisco Arcos cede parte de su patrimonio militar a la Cofradía de Jesús Caído