La Vigilia se celebró en la Capilla del Colegio Nuestra Señora de los Dolores (Salesianas) a las 20:30 horas, estuvo presidida por el sacerdote Ángel Rivas Fernández, y en ella se mostró el vídeo de campaña y se explicó como Manos Unidas pone en marcha un proyecto a tres años en el que se fija en las personas que sufren la falta de seguridad alimentaria y en las causas que la provocan para conseguir la justicia social.
Momentos de reflexión, compromisos y oraciones para explicar cómo desde su misión como asociación de la Iglesia en España, para la promoción y el desarrollo de los países pobres, se han propuesto incidir en las tareas de acabar con el hambre, un empeño que impulsa y anima a esta ONGD desde sus comienzos, porque creen firmemente que es posible: Tan solo un obstáculo en la lucha contra el hambre sería insuperable: “Creer que la victoria es imposible”.
Dos niños, Virginia y Eladio, fueron los encargados de sembrar semillas en una maceta "para después poder recoger".
Desde Manos Unidas consideran que todos unidos y en conexión con aquellos que se consagran a la misma tarea “podemos mucho más de lo que creemos. No se necesita más para acometer la empresa”. En la lectura final, los miembros de Manos Unidas, junto a las participantes, declararon "la guerra al hambre".
Tras la Vigilia todas las personas pasaron a las instalaciones del Centro Educativo para degustar la Cena del Hambre con naranjas y pan. El altar estuvo presidido por grandes carteles con los objetivos a cumplir.
En este acto participaron también un buen número de jóvenes de la Parroquia de Los Llanos y colaboraron empresas de Valdepeñas como Panadería Coronado, Frutas Félix, Frutas Sofía y Cedecero, además del Colegio Nuestra Señora de los Dolores.