Decían que las Fiestas del Vino se iban a partir en dos fines de semanas, que iba a haber noches sin nada, pero al final se han quedado como unas fiestas como las de cualquier otro año aunque con menos conciertos…
Con las fiestas ha pasado como cuando yo era pequeño y mi abuela me decía: “Jesusito, lo bien que lo estás pensando y lo mal que te va a salir”. Habíamos dibujado unas fiestas en las que lo importante era la parte presupuestaria, no nos engañemos, pero también es cierto que el Ayuntamiento lo único que hace es ponerle un cuadro a las fiestas y el lienzo lo ponen los ciudadanos. En esa línea, hemos contado con Feceval y el pequeño comercio porque las fiestas son una fuente de ingresos para Valdepeñas. Es mucha la gente que viene. Así que más allá de cómo hacer las fiestas, se trata de qué manera hacerlas para que el poder adquisitivo revierta en nosotros. Luego nos hemos ido coordinando con el Consejo Regulador. No hay que olvidar que las fiestas son una plataforma de la que se sirve el consejo para abrir nuevos mercados y ha dado muy buenos resultados, ahí están nuestras exportaciones.
Por otro lado, lo que hemos llamado ‘días en blanco’ lo llenan los grupos de música formados por jóvenes de Valdepeñas, que nos pidieron tocar y nosotros encantados de cederles el espacio. Y Feceval por su lado, aprovechando que el escenario estaba montado, ha organizado otra de las actuaciones. Así que las fiestas durarán lo que todos los años. Oficialmente serán esos cinco días de actuaciones y actos contratados por el Ayuntamiento, pero, de hecho, desde que demos el pistoletazo el viernes por la noche hasta que entre la Señora vamos a estar todos aquí, en Cuaresma.
¿Cómo se prepara Jesús Martín para vivir estar fiestas?
Para los gobernantes las fiestas no las vivimos, las sufrimos. Yo no voy a citar aquí la causística que se da cada noche en las fiestas, desde bomberos, Protección Civil, hospitales, accidentes… La ciudad sigue su ritmo y hay personas a las que desgraciadamente a las 2 de la mañana les da un ataque al corazón y necesitamos un 006. El corazón no sabe si está en fiestas o no. Por lo tanto, cuando estamos con los recursos cerrando en torno a la Plaza, que es donde supuestamente está la diana donde ocurren estas cosas, cuando ocurre algo, todo esto hay que recolocarlo. Cuando uno sale a otro día todo está maravilloso. Pero es que a las 4 de la mañana están los de Limpieza limpiando toda la Plaza; los de Obras, levantando el macetero que nos tumban; o los de Jardines, levantando el árbol que tronchan. Mantener vivo eso durante esos días, que es lo que nos interesa porque a las fiestas viene mucha gente de fuera y la imagen es lo que atrae al turismo, los que estamos en esto, lógicamente, las “sufrimos”. Yo me suelo retirar a casa sobre las 3:30 horas de la mañana y vengo a las 10:00 horas, con lo que duermo bien algunas horas. Pero los dos primeros años de verdad que dormía en el despacho del Ayuntamiento.
Desde el Partido Popular les han acusado de gastar más este año en conciertos que el pasado y han dicho que se van a cargar las fiestas porque son actos organizados en su mayoría por las asociaciones. ¿Qué tiene que decir?
Si no fuera por las asociaciones no habría fiestas. Luego, tengo que decirle al PP que está como la gata Flora, que si sale, chilla, y si entra, llora. No sé si se acuerdan de la rueda de prensa que dieron el año pasado en la que calificaron a las Fiestas del Vino de “mierda” porque decían que no trajimos buenos conciertos, etc… Este año hemos traído buenos conciertos y también lo estamos haciendo mal. Este es el juego de la oposición, en el que da igual lo que hagas que siempre te critican. Pero que tenga una cosa clara el PP cuando vuelva a gobernar: el día que quiera hacer las fiestas y no quiera que participen las asociaciones, ese día se habrán cargado las fiestas. Las fiestas las hacen las asociaciones, los colectivos.
Y a fin de cuentas, creo que se han hecho unas fiestas que van a atraer a gente de fuera el fin de semana, que es lo que nos interesaba, y que es bueno para el pequeño comercio y para la restauración, que buena falta les hace. Y lo demás son palabras de un cuento chino.
Izquierda Unida han recordado recientemente que se aprobó en Pleno la nueva denominación de las fiestas, como Fiestas del Vino y de la Vendimia, pero al final se han quedado igual que siempre. ¿Por qué?
Si IU, con todo lo que está cayendo en el pueblo, con 3.900 parados que vamos a tener en diciembre, lo único que le preocupa es que en vez de presentar las fiestas el 5 las presentamos el 20 y que si en vez de llamarse Pepe, se llama Juan, francamente creo que no sabe dónde está.
Méjico es el país invitado este año. ¿Qué le une a Valdepeñas y al vino?
El Ayuntamiento nunca escoge el país, sino que es el Consejo Regulador. Como pueblo, a Méjico nos unen muchas cosas. No podemos olvidar que nuestra tortuosa reciente historia de España, llevó a muchos españoles a no poder vivir en este país. Y Méjico fue el primer país que fletó barcos para acoger a un montón de españoles, algunos tan notorios como León Felipe y otros tan queridos como Sara Montiel. Sara se sirvió de haber conocido en un barco a León Felipe y se trajo los versos de León Felipe en un refajo y se publicaron en España gracias a ella. Cuando ice la bandera de Méjico la voy a izar con la gratitud de que estamos rindiendo afecto y honor a un pueblo que nos quiso casi antes de que le quisiéramos nosotros.
¿Compartirán protagonismo el tequila y el vino?
El tequila está estupendo y limones y sal tenemos. Forma parte de la idiosincrasia de los pueblos. Los pueblos no son lo que beben, pero sí son lo que hablan. Y cualquier licor, llámese tequila o vino, invitan a la conversación, porque si no, no tienen contenido ni esencia. Además, en este caso no son incompatibles. El tequila es el aperitivo y el vino es el acompañante, así que vamos a hacer un buen maridaje. Desde luego, prefiero el tequila a la Coca-Cola.
¿Cómo controlan el tema del alcohol en los menores?
En el entorno de la Plaza y en el Convento los controlamos muy bien pero en los últimos años hay unos carros fuera del entorno y esto se controla muy malamente. Y cuando pasan los carros a la Plaza, pasan con el DNI en la boca, por decirlo de alguna manera. Todos los años he mandado una carta a los padres, que este año ya no lo he hecho porque te desanimas. Lo que les digo a los padres es que controlen a sus hijos.
¿Tiene noticias de cómo viene este año la vendimia?
Creo que es la primera vez de los últimos quince años en el que los lagares están vacíos. En Valdepeñas ha faltado vino. Hemos tenido endémicamente un problema y es que lo que hacía que el precio de la uva se devaluara es que el productor tenía que alquilar vasijas porque no le cabía vino. Este año es el primero que de verdad estamos vacíos. Y, por el contrario, como estamos en pleno ciclo de sequía, se dice que va a haber una reducción del 20 ó 25%. Eso me hace suponer que la Interprofesión ha empezado a funcionar bien y que las leyes de la oferta y la demanda dicen que si necesitas una materia prima que no existe no tienes que pagar más para que te llegue.
Es cierto que aquí la demanda es limitada porque entre dos firmas absorben el 80% de la producción. Pero aunque no sea nada más que con esas dos firmas, la verdad es que las dos necesitan la producción. Con lo cual, el poder adquisitivo del productor de base, del agricultor, este año no va a resentirse porque la falta de materia prima le va a subir el precio y el precio le compensará la pérdida de producción. Y, por el contrario, una uva que no tiene mucho peso porque no ha llovido da añadas que deben ser muy buenas. Así que creo que tenemos un buen año.
¿Cómo está la crisis ahora mismo en Valdepeñas? ¿Les preocupa la situación?
Desde que empezó la crisis, hace cuatro años, fue en el segundo donde sufrimos el crack. Pasamos de unos 1.200 parados en 2009 a duplicar la cifra en tres meses. Pero la destrucción de empleo se contuvo ahí. Desde entonces, al cabo del año fluctuaba en unos 500 puestos de trabajo en precario, que se iban sosteniendo. Pero desde enero de este año hasta hoy ha subido el paro en Valdepeñas todos los meses y ha subido en un tercio, que es una barbaridad. Hemos pasado de 2.200 a 3.500 parados, lo que quiere decir que se han destruido 1.000 puestos de trabajo en lo que va de año en Valdepeñas.
Nuestros 3.500 parados, sobre nuestra población activa que son 22.000, supone un 17% al año. Si lo comparamos con el 33% de la provincia, podemos decir que estamos estupendamente. Pero a mí lo que me preocupa es mi 17%. En el conjunto Valdepeñas se sostiene bien pero en la esencia estamos mal, porque haber destruido 1.000 puestos de trabajo en lo que va de año, ¿cómo se van a recuperar?
Aún así, tengo que decir, y eso es mérito del tejido industrial valdepeñero, que hay que tener en cuenta una cosa: nos queremos muy poco. La gente dice que Puertollano tiene no sé cuánto polígono, pero ahí está Puertollano ahora… Nosotros tenemos un tejido industrial espectacular porque no tenemos la gran empresa de Repsol que cuando cierra te deja a 500 trabajadores en la calle. Tenemos la mediana empresa que es la que está sosteniendo eso. Hay que tener en cuenta una cosa: entre el 2005 y el 2012 a Valdepeñas llegaron 4.000 personas en edad de trabajar y que ahora son ciudadanos de Valdepeñas. Sin embargo, en esa misma época hemos perdido 2.000 puestos de trabajo pero hemos absorbido 2.000. Valdepeñas tenía 26.000 habitantes y hoy tiene 32.000, que son 6.000 más. De esos 6.000, 4.000 vinieron en los últimos siete años en edad de trabajar, por lo que lógicamente había un tejido empresarial que demandaba mano de obra y que con el boom de la crisis ha dejado de demandarla o la ha destruido. Pero la realidad es que esas 4.000 personas son valdepeñeros que viven aquí.
En este conjunto de datos, Valdepeñas va bien porque se mantiene. Nosotros no hemos recortado los servicios básicos, estamos aguantando. Somos un Ayuntamiento que paga nóminas, paga la Seguridad Social, está al día de sus pagas extra… Así que estoy relativamente satisfecho de cómo nos ha tratado la crisis pero lógicamente preocupado porque el futuro no apunta buenas maneras.
