Si alguien lo ha visto o lo vio por última vez ese día que se ponga en contacto con el 112, el 091 de la Policía Nacional o en el teléfono de la familia 600 77 30 17.
Ángel, que mide 1,73 de estatura, de complexión delgada, pelo castaño oscuro, ojos marrones amielados, siempre que se ausentaba de su domicilio llamaba a su madre para comunicárselo.
Osorio que padecía una fuerte depresión desde que se quedó en el paro, hace ya más de dos años, vivía solo en su domicilio de Valdepeñas y fue su madre, la que el pasado domingo, alrededor de las 10:00 de la mañana y al llegar a la casa de Ángel, sospechó que algo había pasado cuando se encontró en el suelo un cristal de la puerta roto, manchas de sangre y las llaves de la casa de su hijo tiradas en el portal de la entrada.
En advaldepeñas, nos hemos puesto al habla con la familia de Ángel Osorio López, ante los rumores que circulan por las redes sociales sobre su desaparición y que no son precisamente buenos. Según su hermana, Emilia Osorio, la Policía sigue investigando y de momento no tienen noticias de que esos rumores sean ciertos: “No son ciertos los rumores que circulan por las redes sociales sobre que si ha aparecido muerto en Granada, porque nos habrían avisado, puesto que la policía de esa ciudad también tiene conocimiento de la desaparición. La verdad es que estamos muy agradecidos a la Policía porque se están portando muy bien con nosotros, están investigando y no paran de trabajar en el caso, contrastando todas las noticias que les van llegando”.
La hermana del desaparecido también ha expresado su agradecimiento a los amigos, familiares, medios de comunicación y toda la ciudadanía de Valdepeñas que les están dando su apoyo y sobre todo pide que quién le viera por última vez o haya visto algo “por muy banal que le parezca que por favor llame a la policía al 091, al 112 o a nosotros y nos lo diga, porque cualquier cosa que sea cierta viene bien para ayudar a localizarlo”, ha indicado Emilia.
Ángel fue visto por última vez en las Fiestas del barrio de Fátima, después alrededor de las 04:00 horas de la madrugada alguien le vio apoyado en la esquina de la calle Seis de Junio con la calle Angosta y según su hermana “una simple pista puede ser importante para localizarlo”
Emilia recuerda a su hermano como una buena persona, cariñoso, amable “que tuvo una racha de mala suerte: perdió el amor, el trabajo y ha luchado duro porque la depresión no le venciera. En la foto, su mirada es triste, pero antes de la enfermedad, era muy alegre”.
