viernes. 29.03.2024
SOCIEDAD

El misionero Amadeo Puebla presentó en la Asunción la Campaña 57 de Manos Unidas y explicó su experiencia en el Tercer Mundo

Amadeo Puebla fue el encargado de abrir las actividades de Manos Unidas en Valdepeñas en la presentación de la campaña oficial de esta ONGD “Plántale cara al hambre: siembra”. Y lo hizo en la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, con una charla en la que explicó los objetivos de Manos Unidas a la hora de erradicar el hambre en el mundo, así como su experiencia mientras fue misionero en República Dominicana. Hoy Puebla es sacerdote en Santa Cruz de Mudela y Almuradiel.

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Amadeo Puebla en la Parroquia de la Asunción en la presentación de la Campaña 57 de Manos Unidas Valdepeñas

Este misionero de vocación nació en Torralba de Calatrava y durante 8 años estuvo ejerciendo su misión en República Dominicana, en la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Barahona hasta el año 2011 (zona fronteriza con Haití), donde también vivió la tragedia del terremoto que asoló este país en el año 2010. Durante tres años ha formado parte del equipo de formación y animación misionera del IEME (Instituto Español de Misiones Extranjeras).

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Tras la misa celebrada ayer por la tarde en la parroquia de la Asunción, el grupo de Manos Unidas Valdepeñas llevó a cabo la lectura del manifiesto de la campaña 57 ante un buen número de personas que también estuvieron en la charla en la que Amadeo Puebla habló de la misión de Manos Unidas, sus proyectos, objetivos de estos proyectos y como “es una entidad que los lleva a cabo hasta el final, sin coste para los beneficiarios, sin intermediarios y con la absoluta transparencia que la caracteriza”.

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En su experiencia como misionero Puebla habló de su inexperiencia inicial y de cómo “en lo de ser misionero hay muchos aspectos que poco a poco se van concatenando, va uno detrás de otro. Primero es el encuentro con Dios, que da mucho fruto, y el encontrarnos con el hermano. A partir de ahí ya cambia todo, desparece la pena y cuando esa persona se convierte en hermano hace que tu vida, tu esfuerzo y lucha sea mayor, pero no por ti sino por ellos”.

Igualmente, explicó que su trabajo allí fue crear comunidades de base “para que la gente tenga opciones personales desde los valores del Evangelio y desde ahí comienzas a tocar todos los ámbitos. Vas creando una serie de cimientos y haces que la gente vaya creciendo y viendo la fuerza y fortaleza que ellos tienen como Iglesia, Comunidad y personas que son capaces de unirse”. En este sentido, habló de cómo él tenía dos comedores “donde daba igual la religión, la ideología, eran personas y había que atenderlos y se dio la gran necesidad de la educación, construimos escuelas, animamos a los chicos a que se insertasen en la educación, pero no solo a ellos sino también a las familias, también trabajamos en el cuidado de esta desde ámbitos prenatales. Desde ahí pasas a la alimentación, la familia, la educación, la sanidad y el crear ámbitos de trabajo comunitario que es lo más difícil, pero es lo más necesario”.

Amadeo Puebla estuvo en la ciudad de Barahona, trabajando en los barrios periféricos donde hay personas de nacionalidad haitiana y doménico-haitiana: “Los haitianos tratan de saltar la frontera para encontrar un lugar mejor y ese para ellos es la República Dominicana. Hemos trabajado con ellos con sentido de Iglesia”.

Este misionero, mostró en fotografías las realidades que vive la gente de República Dominicana, donde hay zonas muy ricas y zonas muy pobres, donde unos viven con mucho y otros “viven en casas prefabricadas, cerca pero lejos de los lujos del Norte”.

Una charla con la que se pretendía sensibilizar sobre las realidades de quienes padecen todo tipo de carencias y que gracias al trabajo misionero y entidades como Manos Unidas consiguen lograr avanzar en aspectos tan necesarios como la educación, la sanidad y el desarrollo personal para lograr combatir el hambre.

Finalmente, puebla contó cómo tras el terremoto de Haití tuvo que volver a España, por enfermedad, y fue cuando inició su misión en el IEME, durante 4 años. Actualmente,  es sacerdote en Santa Cruz de Mudela y Almuradiel.

 

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