viernes. 29.03.2024

El IES Francisco Nieva de Valdepeñas realizaba esta mañana una mesa redonda con profesionales de distintas carreras universitarias de Humanidades, con el objetivo de orientar a los alumnos de primer curso de bachillerato a la hora de elegir sus estudios y futuro profesional.

Los profesionales han sido un Economista, Manuel Eugenio Sánchez, una Profesora de Infantil, Rosana Pérez, una Trabajadora Social, Modesta López, un Psicólogo, Enrique Martín Peñasco y una Periodista, Lola Gómez. Tras la mesa redonda hemos entrevistado a Raquel Custodio Goñiz, Orientadora del Centro, sobre los beneficios de este tipo de coloquios para los alumnos

¿Por qué se hacen este tipo de charlas coloquio?

Este es mi noveno año de orientadora en el centro y cuando venían los alumnos y alumnas para pedir orientación sobre las carreras universitarias los materiales que les facilitábamos se remitían a un plan de estudios, un monográfico, materias troncales, optativas, todo muy frío. Así es que me plantee acudir a los profesionales con que contamos en Valdepeñas de las distintas ramas de ciencias, ingenierías, humanidades y ciencias sociales y con ellos organizar este tipo de charlas coloquio.

¿Cuál es el objetivo?

Que esos profesionales cuenten en qué consiste su profesión, que reflexionen sobre su trayectoria desde que comienzan en la universidad hasta que son profesionales. Los alumnos tienen que ver que estos profesionales han estado donde están ellos y como han conseguido sus propósitos. Estas personas les cuentan porqué estudiaron esa carrera, si era vocacional o no, anécdotas, su vida como estudiantes y como profesionales. Los alumnos tienen que ver que hasta llegar a ser profesionales con experiencia también se sentaron en donde están ellos, con dudas o sin ellas. Unos cuentan como empezaron su recorrido universitario y profesional y otros cuentan como por circunstancias de la vida a veces han acabado en otro mundo laboral distinto al que han estudiado. Trabajar la madurez personal del alumno.

Tras estas charlas ¿los alumnos te cuentan si les ha gustado, si les han sacado de dudas?

Desde hace unos 5 años echo de menos que no existan horas de tutoría colectiva en bachillerato, una hora en la que los tutores y yo como orientadora transmitíamos mucha información a los alumnos, además de realizar la actividad de hoy con profesionales. Tras realizar todo esto los tutores hacían que los alumnos evaluaran a través de un cuestionario las actividades, con una nota del 1 al 5, y siempre lo que hemos hecho hoy sacaba la máxima puntuación, un 5, era la más valorada. Ahora lo que hacemos es que el tutor habla con ellos en clase y lo que le cuentan me lo transmite y yo realizo un feedback.

¿Se ha dado el caso de alumnos que tras escuchar estas charlas, estudiar la carrera y ser profesionales hayan venido al Centro a contaros su experiencia?

No se ha dado el caso, pero sí que hemos tenido alumnos que nos han dado a entender, no esa actividad concreta sino la labor que en su día hizo el instituto orientándolo hacia esa profesión que han elegido. Lo que si hemos tenido son antiguos alumnos que tras finalizar sus estudios y ser profesionales han venido a participar en este tipo de mesas redondas. Hoy por ejemplo, hemos tenido a Rosana, la Profesora que fue antigua alumna del Centro.

¿El papel del orientador es fundamental en estos últimos cursos, donde hay muchas dudas?

Es un trabajo de todos, familia y centro, porque a veces tenemos la sensación de no saber que todas las facilidades que damos a los alumnos están siendo bien aprovechadas o si les hacemos un flaco favor. A principio de curso yo les facilito un dossier a los tutores de segundo de bachillerato con webs relacionadas con la orientación vocacional, que se entrega a los alumnos y estos deben indagar en ello, trabajar sobre ello y después venir a mí y resolver dudas, pero no lo hacen. Es más fácil para ellos ir directamente a la orientadora y que me saque de dudas, están en una edad en la que no tienen clara su vocación y es normal que acudan a ti para orientarles.

¿Qué le falta al sistema educativo español a todos los niveles?

La respuesta es compleja porque necesita un análisis concienzudo, matizaciones. Creo que los que establecen las leyes educativas tienen que tener claro el cómo, el para qué y el porqué de la educación, y hay veces que eso no se tiene claro, vamos dando bandazos, vamos probando distintos sistemas y modelos y al no existir unas bases solidas y fuertes, no funciona. Nuestro sistema educativo público debe saber que pretende y a partir de ahí configurar como llegar a ese objetivo. Por ejemplo, el modelo Finlandés es un sistema modélico y hay muchas cosas que nos distancia de él, pero no de cómo lo hacen sino porque desde el principio tuvieron muy claro lo que querían.

¿Los gobiernos tienen la culpa?

Si cada uno que llega al poder cambia el sistema educativo este no se va a consolidar nunca.  Debería fijarse un sistema educativo que fuera inamovible, porque el trabajo de muchos años, cuando cambian los gobiernos, se tira por la borda, puesto que cada uno impone el suyo, y eso afecta a los alumnos y a los profesores. La educación debería estar consolidada sobre unos pilares fuertes e intocables y hacerlo entre todos de una forma consensuada, puesto que es el pilar fundamental de una sociedad. Estos cambios no favorecen a nadie.

 

Raquel Custodio: “Los coloquios con profesionales es lo que más valoran los alumnos...