martes. 30.04.2024
SOCIEDAD

Roncero: "A una persona se le considera alcohólica cuando no puede pasar un día sin tomar alcohol"

El 15 de noviembre se conmemora el Día Sin Alcohol, una buena oportunidad para tratar un tema tan problemático como es el alcoholismo, una de las enfermedades más extendidas entre la sociedad y que cada vez afecta en mayor medida a los más jóvenes. En Valdepeñas existe una asociación, la de Alcohólicos Rehabilitados (ARAV) desde donde tratan de ayudar a estos enfermos. De todo ello hemos hablado con su presidente, Simón Roncero.

¿Cuál es la actividad que viene realizando ARAV? ¿Cuál es su objetivo?

Nos dedicamos más bien a ayudar a gente que tiene problemas con el alcohol y que tiene problemas familiares por el alcohol. Hacemos terapias dos veces a la semana, los martes y los viernes, para ayudar a estas personas que tienen problemas con el alcohol o también que tengan problemas con las drogas o con el tema de la ludopatía.

¿Cuántos socios hay?

Ahora mismo somos cuarenta y tres.

¿Por qué el alcohol no está visto desde la sociedad como puedan ser otras drogas?

Eso es lo que no me explico yo, ya que el alcohol genera tantos o más problemas que las drogas. Es una droga que está autorizada, la gente consume y no se da cuenta de que con el paso del tiempo va perdiendo todo, trabajo, familia, todo.

¿A partir de qué momento a una persona se le puede considerar alcohólica?

A partir de que no puede pasar ni un día sin tomar alcohol.

Una vez que a una persona se le reconoce como alcohólica, ¿qué ha de hacer?

Lo primero que tiene que hacer es ir al médico y cuando éste le indica qué grado de alcoholismo sufre, le recomendará un tratamiento u otro. Pero lo mejor es que acuda a terapia, como las que organizamos desde la asociación.

¿Es difícil que un alcohólico reconozca que sufre la enfermedad?

Sí, es muy difícil.

¿Cómo se le puede convencer?

Con el paso del tiempo termina por darse cuenta. Cuando llegan a la asociación lo mejor es que vayan escuchando los testimonios de otros enfermos, de los que hay rehabilitándose, porque uno no se rehabilita en una semana, ni en un año, ni en dos, tarda mucho en rehabilitarse. Esta enfermedad no termina por desaparecer nunca. Cuando no bebemos, la enfermedad está dormida, pero en cuanto que demos un trago de alcohol, ya vuelve otra vez.

¿Cuáles son las consecuencias de esta enfermedad?

Lo primero es la pérdida de la memoria y después vienen los problemas sociales, como la pérdida del trabajo y los problemas con la familia.

¿Cómo ayudáis a los enfermos desde la asociación?

Con la autoayuda, las terapias y todo lo que podemos hacer por ellos.

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