Eva Mª Jesús Morales
28 de enero de 2017, 19:21
La mezcla de elementos surrealistas y expresionistas en una figuración netamente manchega nos revelan la andadura del insigne Gregorio por las vanguardias europeas, magistralmente integrada en una personal interpretación de nuestro paisaje y sus símbolos, los molinos.
Una vez más, el arte se convierte en medio para recoger y sugerir una experiencia sentimental en alumnos de todas las edades. Comienza la aventura museística de este curso del Instituto Bernardo Balbuena, que el próximo mes les conducirá al interesante mundo de la arqueología ibérica.
