- ¿Aunque tu residencia está en Madrid, sigues visitando Valdepeñas?
Si, voy con cierta frecuencia, ya que tengo allí mi casa y he trabajado casi 31 años en Carburos Metálicos, en la antigua Planta de Coromina, la que hay en el polígono industrial “Entrecaminos” que antes estuvo en la calle Norte.
-¿Cómo empezó tu relación con la enología?
Estudie enología en Valdepeñas en la antigua Escuela de Maestría y por avatares de la vida, me trasladaron con la compañía a Barcelona, donde estuve doce años. Allí, mientras estaba trabajando me puse a estudiar hasta que conseguí el graduado en enología en la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona.
Luego seguí trabajando en Carburos Metálicos, siempre vinculado con el mundo enológico, y me especialicé en gases como el dióxido de azufre y en aplicaciones enológicas de gases. Siempre he estado vinculado con la enología de toda España y particularmente de La Mancha. Además, estuve cuatro años de director de toda la zona de Carburos Metálicos en Castilla-La Mancha, trabajando desde la planta de Valdepeñas.
-¿Desde cuando formas parte de la Asociación de Enólogos de Castilla-La Mancha?
En la Asociación llevo de forma directa 20 años y también estuve en ella cuando la fundaron. Además, también he pertenecido a la Asociación de Enólogos de Cataluña.
De la directiva ya formé parte hace ocho años, cuando desde la Asociación se nombró una comisión para agilizar los trámites de la creación del Colegio de Enólogos. Luego se produjo una escisión de los enólogos de Castilla-La Mancha y hasta ahora seguimos separados en dos instituciones, aunque uno de mis objetivos es precisamente la mayor vinculación de ambas. No se pueden unir porque son dos entidades distintas, con objetivos diferentes, pero si que estén más relacionadas.
-Como valdepeñero, ¿trabajarás por qué la Asociación esté más presente en Valdepeñas?
Desde luego, aunque siempre ha tenido presencia en Valdepeñas, por la gran cantidad de enólogos que hay y que había en la ciudad. Ese es uno de los objetivos para Valdepeñas y para toda la región. Valdepeñas tiene la importancia suficiente en el entramado enológico y vitivinícola de Castilla-La Mancha como para que tenga la presencia que le corresponde, pero es una comunidad con mucha variedad enológica.
-Y entre tanta variedad, ¿qué lugar ocupa el vino de Valdepeñas?
Valdepeñas es una de las zonas más antiguas de la península dentro del mundo del vino, con tradición ya desde la época de los íberos en el Cerro de las Cabezas. Somos una zona vinícola de más de 2.000 años de antigüedad y ahora mismo hay grandes empresas trabajando en el mundo del vino, son los grandes baluartes de la producción de vino de Castilla-La Mancha. Valdepeñas tiene su peso específico dentro de esta región y siempre se han hecho vinos de muchísima calidad, aunque ahora muchísimo más, porque los vinos van evolucionando hacia las nuevas demandas de los clientes, como debe ser.
-¿Algo que quieras añadir?
Si, que como Presidente de la Asociación de Enólogos de Castilla-La Mancha me pongo a disposición de todas las instituciones de Valdepeñas y de Castilla-La Mancha que nos necesiten.
