Manuel López Rodríguez, Concejal de Cultura, se ha referido esta tarde en rueda de prensa al esfuerzo que ha hecho el Gobierno en los últimos años para a través de diferentes esculturas, “sacar el arte a la calle y hacer un museo al aire libre” pero faltaba, según ha dicho, el homenaje de Valdepeñas a los valdepeñeros que tuvieron la desgracia de fallecer aquel primer día de julio de 1979.
López ha querido invitar a toda la población a que se sume a este “emotivo” homenaje, portando además una rosa roja para que la depositen junto a la escultura. En el acto participará una profesora de la Escuela de Música y Danza que interpretará “El Canto de los Pájaros”.
José Lillo Galiani, el artífice de la escultura, ha explicado que lleva trabajando en el proyecto desde enero, que ha querido hacer algo sencillo, “que la gente lo entienda” y ha dicho también que hacer este encargo “para mi ha sido un orgullo, porque soy valdepeñero”.
Los detalles de la escultura
La escultura, confeccionada en bronce, mide 2,14 de alto, 2,62 de ancho y tiene un grosor de diez centímetros. Representa a un doliente semisentado, con ropas semi-clásicas y con un ramillete de rosas en la mano. Por encima, Galiani ha hecho alusión a la tierra, con una pámpana y un racimo de uvas. Junto a todo ello habrá una placa en la que figurarán los nombres de las veintidós personas fallecidas en la riada. Su coste ha sido de 20.000 euros.
La idea proyectada por el Ayuntamiento y creada por José Lillo Galiani surgió de una ciudadana de forma particular hizo una propuesta para que en Valdepeñas hubiese una escultura que hiciese referencia a esa fecha y recordase a las personas que ese día perdieron la vida.