¿Qué es Masa Crítica Valdepeñas?
El movimiento original comenzó en San Francisco (California) en septiembre de 1992 como una forma de reunir a diferentes colectivos en una reivindicación festiva del espacio público, protestando de las condiciones del tráfico motorizado que, posteriormente, se extendió muy rápido a otras ciudades alrededor del mundo. La idea fue bastante simple, concebida por una persona que la difundió entre otros ciclistas. La prominente comunidad de mensajeros, primer colectivo en sumarse a la iniciativa, se encargó de pasar la idea de boca en boca. Mientras tanto, alguien se dedicó a repartir panfletos entre los ciclistas en pleno centro del distrito financiero.
A la gente le gustó la experiencia y decidieron que se convirtiera en una costumbre. Así, desde entonces y una vez al mes, se reúnen en el mismo lugar a la misma hora. No hubo necesidad de organizar o dar publicidad, la cita quedó programada por sí sola. Tampoco fue necesario pedir permiso, ya que los encuentros eran espontáneos.
En el primer pedaleo, bajo el nombre de "The Commute Clot" (El coágulo de viajeros) fueron unos 30 ciclistas, número que duplicó durante los meses siguientes. La Masa Crítica fue consolidándose y creciendo en San Francisco, llegando a reunir a más de 1000 ciclistas en octubre de 1993 y fue expandiéndose a otras ciudades.
El conjunto de concentraciones ciclistas que tienen lugar en diferentes ciudades ha llegado a constituir un movimiento a gran escala, descentralizado y popular. En definitiva, la Masa Crítica es simplemente un grupo de ciclistas que pedalean juntos durante un rato en una ruta establecida o no, reclamando ese espacio público que la cultura del coche nos ha robado.
¿Cuándo nace y por qué?
Sabemos que en Valdepeñas hubo un movimiento hace unos años con una filosofía parecida (Valdepeñas Pedalea) pero no conocemos las causas por las que dejaron de realizar estas salidas. Nos pusimos en contacto con ellos pero no hemos tenido respuesta. Nosotros hemos cogido este movimiento tal y como es a nivel mundial, sin cambiar nombre ni objetivos porque pensamos que existe la necesidad de fomentar el uso de la bicicleta en la localidad.
¿En qué situación crees que se encuentran los ciclistas de Valdepeñas?
Creo que es mala porque falta inculcar la cultura de la bicicleta como medio de transporte que, además, es saludable ya que no contamina y contribuye a que no haya tantos coches circulando cuando este pueblo es llano y no muy grande de tamaño. Da más miedo coger la bici aquí que en Barcelona.
Además, también creo que hay una falta de respeto por parte de los conductores hacia el colectivo ciclista. Para ellos no somos un vehículos, solo somos un estorbo porque vamos más despacio.
Desde tu experiencia, ¿es Valdepeñas una ciudad que promueve la marcha en bicicleta por sus calles?
Hay una falta de compromiso por parte de la Administración. El Ayuntamiento no tiene un plan estratégico de desarrollo para uso de la bicicleta. Por ejemplo, Manzanares está dentro de la Red de las Ciudades por la bicicleta que engloba a 150 ciudades y pueblos de España. Lo que no tiene sentido es que se pusieran bicicletas públicas y no fomentara el uso de ellas. Las medidas aisladas no prevalecen.
¿Cómo se podría mejorar eso?
Con un plan estratégico y con medidas de mejora para el desarrollo del uso de la bicicleta. Habría que fomentar la educación vial de la bicicleta, concienciar sobre su uso y sobre las ventajas que tiene sobre la salud y el medioambiente. También creo que se podrían hacer ciertas medidas como hacer un carril bici que termine en el paraje del Peral, detectar los puntos negros del pueblo, eliminarlos y apostar por el uso de la bicicleta.
¿Cuáles son los consejos básicos que ofrecéis a los ciclistas?
Dejar el miedo en casa y salir a pedalear.
El pasado viernes día 6 tuvo lugar la primera concentración de ciclistas, ¿con qué impedimentos os encontrasteis?
El único con el que nos encontramos fue el mal tiempo porque muchas personas se echaron para atrás a última hora. Además, los conductores, algunos de mal humor, siguen sin tener paciencia y no se esperaban a que pasáramos. A parte de eso, la experiencia fue muy positiva porque se detecta que hay muchas ganas de unirse a esta causa.
¿Cuánta gente acudió a la cita y qué tal fue la primera experiencia?
Acudieron unas 20 personas aproximadamente de distintas edades, entre ellos padres con hijos. También hubo diferentes tipos de bicicletas y miembros de la plataforma ‘Si a la Tierra Viva’. Era una fiesta.
¿Crees que seguirá creciendo el número de adeptos a este movimiento en próximas quedadas?
Por supuesto. El número de seguidores en Facebook está creciendo continuamente y hay mucha difusión en redes sociales por parte de las personas de este movimiento.
Por cierto, ¿cuándo será la siguiente?
Siempre será el primer viernes de cada mes. La próxima se celebrará el 3 de junio.
