En tu plantilla sólo hay mujeres ¿Por qué?
Básicamente porque siempre he trabajado con mujeres. Además mi vida personal ha sido un matriarcado, siempre he estado rodeado de mujeres. He sido hijo único con dos hermanas, he convivido con dos abuelas en la misma casa, tengo dos hijas y en mi vida laboral siempre he tenido más compañeras que compañeros.
La mujer tiene muchas cualidades pero si tuviera que quedarme con una, sería con su iniciativa. Ese empuje, esa vitalidad yo la he visto en mi casa en mi madre y mis abuelas, con su iniciativa hacían que cualquier problema no fuera tal y solo hubiera soluciones. Ese plus que tenéis las mujeres de no venirse abajo, de no ahogaros en un vaso de agua es lo que un hombre necesita como complemento, y en mi caso, como empresario, es lo que necesito para mi negocio. Además, la mujer es más perfeccionista en todo lo que hace.
¿Qué ventajas encuentras como empresario a la hora de contratar a una mujer?
Considero que en el trato con el público la mujer tiene un carácter más cercano, tiene un perfil más acorde con el cliente que visita nuestras tiendas, que son mujeres, muchas de ellas madres o próximamente lo serán. En este sentido, las bajas maternales no son ningún problema, me olvido de ese tópico, no lo tengo en cuenta a la hora de contratar una mujer. Para mí y para mi negocio la elección de una mujer sólo me aporta ventajas, pues en todo lo que hacen le ponen ímpetu y entusiasmo y para un empresario esto es fundamental.
Muchos son los empresarios que no contratan mujeres, ¿qué piensas sobre este tema?
Pienso que esa actitud es muy poco actual, ya que hoy en día un hombre y una mujer pueden desarrollar el mismo trabajo. En una sociedad tan igualitaria como la que tenemos hoy no tiene mucho sentido que no se contrate a mujeres o que se piense sólo en contratar hombres.
El salto cualitativo que la mujer ha dado en preparación, estudios, rompiendo la férrea protección familiar, ha influido en el mundo laboral, abriéndole puertas y esto ha sido fundamental para competir de igual a igual. Tanto esfuerzo no merece que las puertas se les cierren.
¿Crees que es posible la igualdad entre hombres y mujeres en el terreno laboral, tanto desde la óptica del empresario como la del trabajador?
Vamos camino de ello, pero aún hay mentalidades retrógradas que se han quedado en el siglo pasado y hasta que no pasen unos años y se abran las miras y nos veamos de igual a igual, será complicado. Los extremos nunca son buenos, el machismo no ayuda, pero el feminismo exacerbado tampoco, que es peor que el machismo, que ve al hombre como su enemigo en vez de cómo su igual, como un compañero de vida, un aliado.
Me alegro mucho de que esta sociedad cambie y nos permita la ansiada igualdad, pero para que sea real, nos queda superar la principal barrera, la lacra de la violencia machista.
