sábado. 20.04.2024

Bien es cierto, que los poderes públicos deben sentar las bases desde la educación para conseguir la plena igualdad, pero en este sentido, tanto mujeres como hombres, sin menospreciar o degradar a ninguno, debemos ir en la misma dirección.

No me considero feminista ni machista, a pesar de haber sido víctima de discriminación laboral por ser madre. Han pasado muchos años y aún lo recuerdo como uno de los peores momentos que, como mujer trabajadora, tuve que vivir, y lo peor escuchar frases tan “alentadoras” como: “Así te dedicas a criar a tu hijo, porque todo a la vez es complicado”, o no tener el apoyo de otras mujeres. En ese momento te embarga un sentimiento de tristeza y de miedo, que hay que vivirlo para entenderlo. Tristeza porque piensas: “¿no seré lo suficientemente fuerte como para ser mujer trabajadora y madre?”. Miedo porque no sabes si el hecho de ser madre o volver a serlo te llevará otra vez a esa misma situación, y aunque parezca de película, a mí me ocurrió dos veces.

Hoy puedo decir, orgullosa de ello, que soy madre, que tengo dos hijos maravillosos que no cambio por nada en el mundo, y que he sido capaz de educarles, criarles, disfrutar de ellos y a la vez trabajar con éxito. No soy especial, como yo hay muchas mujeres que lo hacen cada día, incluso muchas tirando solas del carro, lo que me parece admirable y me quito el sombrero ante ellas.

La vida me ha enseñado a perdonar y lo he hecho, porque también me ha enseñado  que quienes hacen el mal al final lo pagan, se les vuelve contra ellos, y pienso: “bastante carga tienen con ser como son”.

Luché por compaginar las dos facetas, la de madre y mujer trabajadora, y luché también porque lo que a mí me ocurrió no quedara en agua de borrajas. Denuncié y la justicia me dio la razón, senté precedente sin saberlo, y me sentí bien. A pesar de esa mala experiencia, pensé que algo bueno había hecho en esta vida y en este terreno, ayudar a otras mujeres abocadas a mi misma situación.

He conseguido un sueño, mi propio sueño: “no depender laboralmente de nadie” y, sobre todo, y lo más importante, tengo dos hijos varones a los que, tanto mi marido como yo, hemos educado para que el día de mañana no sean responsables de un caso de discriminación laboral.

Lola Gómez Moreno

(Directora AdValdepeñas)

Yo fui víctima de discriminación laboral por ser madre, dos veces