martes. 23.04.2024

El pan sin gluten es más saludable

El pan (u otros alimentos como la pasta) sin gluten sólo son mejores para personas con enfermedad celíaca, con sensibilidad al gluten no celíaca o alérgicos al gluten. Las personas que no presenten ninguna de estas patologías pueden comer gluten sin problema. Es cierto que algunas personas con enfermedades inmunológicas pueden presentar sensibilidad al gluten, pero a menos que tu médico o nutricionista te aconseje lo contrario, puedes comer alimentos con gluten tranquilamente.

Aquí os dejo mi artículo sobre el gluten y la enfermedad celíaca para que tengáis más información: https://www.actualidadvaldepenas.com/articulo/salud/que-es-el-gluten/20190903184411144303.html

El azúcar de las frutas es malo 

El azúcar que encontramos en la fruta de forma natural es la fructosa, un azúcar simple que como el azúcar blanco (sacarosa) se relaciona con sobrepeso, obesidad y diabetes. Este azúcar es perjudicial cuando lo tomamos en alimentos procesados como jarabes, zumos (aunque sean hechos en casa), en la miel, en refrescos o en cereales “de desayuno”, es decir, cuando lo encontramos como “azúcar libre”. Pero ¿nos afecta igual cuando nos comemos la fruta? Aquí viene la buena noticia. No.

La fructosa que ingerimos al comer la fruta (entera, no en zumo) no viene en forma libre, sino como azúcar intrínseco, atrapado por la fibra,haciendo nuestro cuerpo no la absorba de igual manera que si fuera libre y por tanto no pase tan rápidamente a la sangre.

Además, tenemos que tener en cuenta la masticación y la saciedad. ¿Que nos llenará más, bebernos un zumo o comernos una pieza de fruta entera? Si nos comemos una naranja el hecho de masticar y de comernos la fibra nos quitará antes el hambre que bebernos un zumo que puede llevar 2 o 3 naranjas. Es decir, si nos comemos la pieza de fruta la cantidad de azúcar (y con ello también de calorías) que nos estamos metiendo en el cuerpo es menor que si nos bebemos un zumo, sobretodo si este último lleva azúcares añadidos.

En resumen, podemos comer las frutas que queramos sin temor a la fructosa, incluídas las personas diabéticas.

Una copita de vino en las comidas es saludable:

Una mentira como un camión. Lo sé, decir esto siendo de Valdepeñas suena a sacrilegio, pero no hay ninguna dosis de alcohol que sea saludable. Y no lo digo yo, lo dice la Comisión Europea, según la cual incluso un consumo de alcohol moderado no sólo no mejora la salud cardiovascular sino que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, hepáticas e incluso cáncer. Has leído bien. Cuando metabolizamos el alcohol, se genera un compuesto llamado acetaldehído, capaz de dañar nuestro ADN celular y con ello aumentando el riesgo de padecer cáncer.

Y no, ningún tipo de alcohol ni aunque sea licor de hierbas es digestivo, al contrario, es perjudicial para el esófago, el estómago y el intestino.

https://ec.europa.eu/health/alcohol/overview_es

https://saludsinbulos.com/comunicacion/bulos-alcohol-drogas-adicciones/

https://saludsinbulos.com/nutricion/alcohol-licor-digestivo-digestion/

Beber agua con limón quema grasa

Ni la cafeína, ni los suplementos caros y absurdos que se encuentran por internet, ni los zumos verdes con pinta asquerosa y mucho menos el agua con limón (da igual que sea en ayunas, templada, fría o con limones orgánicos del huerto de tu abuelo) quema o disuelve la grasa. Lo único que oxida la grasa corporal es comer sano y moverse.

https://elisahuertasciorra.wixsite.com/quenoteenganen/entrada-individual/2018/10/03/Beber-agua-con-zumo-de-lim%C3%B3n-%C2%BFadelgaza-yo-quema-la-grasa

El azúcar moreno/la miel/la panela es más sano que el azúcar blanco:

Aunque la mona se vista de seda….El azúcar blanco o refinado tiene 4 Kcal por gramo, exactamente las mismas que el azúcar moreno, y el aporte de minerales y vitaminas de éste último es tan pequeño que no supone una diferencia con respecto al blanco.

Debemos tener también en cuenta que otras formas de azúcares como la miel, la melaza, la panela o los jarabes son distintas caras de la misma moneda, igual de perjudiciales que el azúcar de mesa.

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