viernes. 29.03.2024

Raquel Mateos y Beatriz Sarriá plantearon una charla previa, en la que ofrecieron nociones básicas para identificar las virtudes del aceite de oliva desde el punto de vista nutricional. Después, una cata para enseñar cómo apreciar lo mejor de un buen aceite de oliva.

“Estas actividades procuran hacer llegar los conocimientos científicos al gran público de una forma sencilla y práctica”. “Tiene mucha utilidad porque quién no utiliza aceite de oliva en casa para cocinar”, decía Beatriz Sarriá.

Por su parte, Raquel Mateos insistió en las bondades de este producto, básico en la llamada dieta mediterránea. “El aceite de oliva es buena para todo, pero los últimos estudios demuestran cómo afecta a la salud cardiovascular, y patologías asociadas como la hipertensión o la diabetes”. Incluso se empieza a asociar a un menor índice del cáncer de mama.

Se recomiendan unos 50 mililitros al día, equivalente a unas diez cucharadas soperas. Lo ideal es consumirlo en crudo porque el calor al cocinarlo altera sus propiedades naturales. Y, por supuesto, conviene distinguir entre el aceite de oliva y el aceite de oliva virgen o virgen extra. “El primero ha sufrido un proceso de refinado y el virgen es el zumo de la oliva sin tratar, puro. El ‘extra’ es aún mejor porque tiene menos acidez y menos peróxidos”.

            

El aceite de oliva se unió al Festival de Cine y Vino