Se trata de vinos muy característicos, de autor, muy minerales con un carácter único que les da el entorno y el microclima en el que se encuentran las viñas. El sueño se llama Oretano y Orisson, puesto que la tierra de la que emanan está en un enclave único, como son las inmediaciones del Cerro de las Cabezas, Oretania, de ahí Oretano, y Orisson, el guerrero íbero. Nombres con historia y un homenaje a aquellos primeros pobladores que hicieron que la tierra, de la que nacen estos vinos del siglo XXI, fuera fructífera.
En la presentación Gregorio López, enólogo y agricultor, explicó que estos vinos salen de una parcela que estaba desahuciada en un paraje y un enclave único y que “es el sueño de cualquier bodeguero y enólogo”, próxima al Yacimiento Íbero del Cerro de las Cabezas, en un suelo con una morfología muy distinta a lo convencional, en la vasta llanura manchega a 800 metros de altitud, con un suelo de origen volcánico, granítico. La parcela está flanqueada por 300 hectáreas de sotobosque mediterráneo donde predomina el carrasco, romero, la manzanilla y una serie de plantas ornamentales que “dan al vino un toque aromático distinto”, explicó Gregorio, quién también recordó como este terreno consta de cuatro variedades de uva: tempranillo, merlot, cabernet franc y sirac.
Esta familia ha tardado dos años en recuperar la parcela, viñas en espaldera y hacerla productiva para, en 2014, elaborar sus vinos, siendo los primeros los que se presentaban anoche y que según Gregorio López “están teniendo tanta aceptación desde que los empezamos a vender que hemos tenido que adelantar su presentación y de hecho “Orisson” no se podrá probar hasta el mes de febrero porque es cuando realmente estará en su punto más alto”.
Estos viticultores, antes de elaborar el vino, hicieron una selección en cuanto a producción, dejando 1,47 kilos por cepa de media, poco más de una botella, lo que ha dado lugar “a un vino excepcional, muy característico, muy mineral, el nacimiento de un sueño como viticultores que somos y donde la explotación consta de más de 130 hectáreas a nivel familiar de cultivo y viñedo, con 12 variedades distintas. Ya en los años 90 hicimos una reestructuración y reconversión orientando la producción hacia las nuevas tendencias del mercado, que ha hecho que hoy surja este proyecto llamado La Encomienda C.B.”, apuntó Gregorio.
Estos vinos han comenzado a comercializarse con la marca Oretano, y en esta primera edición de Oretano, que es un Coupage de Merlot, tempranillo, syrah cabernet franc, se han sacado 15.000 botellas, con una etiqueta de lujo que simboliza la historia de la zona, homenaje a los íberos (Oretanos). El vino Orisson saldrá en febrero con una edición limitada.
Actualmente, estos vinos pueden degustarse en establecimientos de la localidad como son La Venta del Comendador, Casa Gavilla, La Aguzadera, La Fonda de Alberto, Jamón Spain, La Viña, Antigua Bodega Los Llanos, Sucot, Café Local, Café con Letras y se pueden adquirir a través de la distribuidora Exclusivas Valdepeñas S.L.
