viernes. 29.03.2024

El concierto confía a la desnudez de la voz y a una cuidada selección de instrumentos, la empresa de guiar al público a través de las etapas más significativas de la trayectoria humana y musical de los hermanos Mancuso.

Canciones, cantos sagrados a capela, narraciones y poesía, tejen la urdimbre de una trama en la que la música y la vida se entrelazan en una armoniosa figura de expresividad y pasión. El teatro de este viaje, tanto hoy como en el pasado, es Sicilia, brújula de la continua investigación de los hermanos Mancuso y puente entre las orillas opuestas del mar Mediterráneo desde la que observar la afinidad y la consonancia entre poesía y música.

Una vez más la isla, la isla íntima, incandescente como un meteorito caído en el corazón; incluso desde la distancia hace que te tiemble la voz, te hace susurrar, gritar y cantar en las miles y miles de modulaciones de acentos, cadencias, melismas: un alfabeto que resuena y que, de vez en cuando, se convierte en memoria.

Recorremos sus caminos mediante el canto, atravesando pueblos y lenguas: siciliano, árabe, español, latín, griego, la lengua imaginaria de los migrantes que viajaron por el Canal de Sicilia con el alma suspendida en un barco, como al borde de un negro precipicio, en la ya cotidiana lucha de la vida contra la muerte.

Enzo Mancuso: Voz, guitarra, saz bağlama, saz divan, zanfona, violín, sipsy. Lorenzo Mancuso: Voz, guitarra, armonio, percusión.

Gregorio Prieto y Sicilia

En diciembre de 1928 se produjo un afortunado encuentro entre Gregorio Prieto y Sicilia. La experiencia estética y personal que la isla italiana causó en el creador manchego marcaría un antes y un después en su trayectoria. No en vano, los encuentros y descubrimientos que tuvieron lugar por entonces acuñarían ya una serie de recursos iconográficos recurrentes en la ulterior producción del genial valdepeñero.

En Sicilia, Gregorio Prieto se asomó por vez primera al mundo de los marineros, aquellos hombres de mar a los que se le presuponía una libertad ajena a la adocenada sociedad burguesa, con los que Prieto se identificaría hasta sus últimas consecuencias, dedicándole desde entonces infinidad de dibujos, pinturas o libros.

Pero Sicilia fue mucho más que el feliz hallazgo del mundo viril y canalla de los marineros. Recorrer aquellas tierras enclavadas entre el Etna y el Mediterráneo supuso encontrar un paraíso perdido, donde la grandeza de las ruinas clásicas se daban la mano con un paisaje que llamaba a la sensualidad y al ensueño.

Por ello no es extraño que tantas obras de Prieto dedicadas a Sicilia aúnen la tradición clásica con el mundo onírico. Este peculiar maridaje surrealista acabará por convertir a Taormina en el escenario idóneo para aquellos encuentros amorosos ajenos a cualquier convencionalismo. De la misma manera que Selinunte y sus ruinas asumen esa inquietante fascinación por aquello que fue y ya no es…Hoy, estas creaciones sicilianas de Prieto adquieren un brío diferente, pues de la mano de los hermanos Mancuso, trastocando el célebre ut pictura poesis de Horacio, bien podemos decir que la pintura se convertirá en silenciosa música y la música en pintura parlante.

Datos del concierto:

Día y hora: Domingo 2 de septiembre a las 12:30h

Lugar: Museo de la Fundación Gregorio Prieto.

Dirección: C/Pintor Mendoza, 57. 13300 Valdepeñas (Ciudad Real)

Entrada: Gratuita hasta completar aforo. 

La Fundación Gregorio Prieto celebrará el próximo 2 de septiembre el concierto 'Un...