viernes. 29.03.2024

Hacia un Estado Mundial, III

La historia y la Historia, muestra y demuestra, que siempre ha ido buscando nuevas formas de organización social y política. Casi siempre integrando algo del pasado, y ante los retos de su presente, buscar nuevas soluciones. Desde las manadas de humanos, hasta clanes, después tribus, luego ciudades-Estados, pasando por imperios, por Naciones-Estados de la última conformación.

Por reducir todo el esquema y simplificarlo. Nos encontramos ahora, con la necesidad de plantearnos, al menos la creación en paz y de mutuo acuerdo Estados Continentales, Organismos Internacionales que se les deje tener un Poder Mundial en algunos aspectos, y el horizonte de un Único Estado Mundial…

- El ser humano individual, los diversos grupos y colectivos, deben plantearse seria y profundamente, que cómo tendrían más soberanía, real y no solo teórica, si vive, en paz y en tolerancia en Estados de diez millones de personas o en Estados de mil millones, en Estados con quinientos mil kilómetros cuadrados que con Estados de cinco millones de kilómetros cuadrados…

Más soberanía real, no solo ante los horizontes culturales y sociales y políticos y económicos y de defensa, sino ante la enorme problemática e incertidumbre de la naturaleza y en la Naturaleza, porque somos y estamos en una Naturaleza, no lo debemos olvidar. Y, y ésta actúa de multitud diversos de modos y maneras, casi en todo propicias para los seres humanos, pero también con enormes accidentes, o realidades negativas para los seres humanos. No solo, lo que nos ha sucedido en el pasado, sino lo que nos puede suceder en el futuro a medio o largo plazo de tiempo…

- El pensamiento-filosofía-metafísica-cultura, igual que desde hace cinco siglos, ha ido perfilando las estructuras externas e internas de los Estados Nación, ahora le corresponde, en la medida que pueda dilucidar, analizar, matizar, ponderar la necesidad de la creación de Estados Continentales y de un Único Estado Mundial y de Organismos Internacionales con Poder y no solo con resoluciones o sugerencias.

La intelectualidad del mundo, tiene que embarcarse, entre otros proyectos y otros programas de investigación y de creación de razonamiento en estos campos, que son inmensos, para que en paz y equidad y en tolerancia, y desde luego, bajo los auspicios de los grandes Derechos Humanos y de la Democracia, caminar hacia ese objetivo. O al menos, estudiar y analizar, las posibilidades de desarrollo y concreción de ellos. Teniendo en cuenta, en cada década, las situaciones particulares y los horizontes que se abren o se cierran. En ese feed-back entre teoría y práctica, entre ideales y realidades, entre concreciones de gran significado y de poco…

- Nos guste o disguste, nos parezca lo ideal o menos ideal, la realidad es que en el mundo existen en estos momentos cientos de microempresas, multinacionales, que tienen más poder, algunas de ellas, más que algunos Estados, y entre las cien primeras, constituyen la base diríamos de una gran parte de la riqueza económica o material de la humanidad.

El marco mundial, no es que tenga que cambiar, es que ya lo ha hecho, por lo cual, no tiene o no parece tenga sentido, que sociedades económicas gestionen, en sus respectivos campos, áreas de la sociedad y de la economía, y los Estados actuales, en gran parte, tengan menos poder que esas empresas, y sus ciudadanos, lo mismo.

Por lo cual, parece lo más racional, guste o disguste, buscar formas de que las grandes sociedades económicas mundiales, se equiparen y estén situadas dentro de grandes Estados sociopolíticos. De ese modo, se armonicen los fines y motivos socioeconómicos de grandes grupos de producción económica, con los fines y motivos de grandes grupos de seres humanos, bajo un mismo Estado o Estados Continentales. De tal modo, que se formen, en paz y en tolerancia sinergias positivas entre la diversidad de mundos, los económicos, los sociales, los políticos, los culturales, los religiosos, los filosóficos-metafísicos…

- Dentro de la realidad, la función o una de ellas, del pensamiento-filosofía-humanidades es buscar nuevos horizontes, o plantear cuestiones que abran esos nuevas dimensiones y perspectivas. En cada época o en cada fase de la historia, o en cada cambio de época, como parece es ésta, tenemos, a nosotros los presentes, presentes que durarán varias décadas, plantear, replantear multitud de cuestiones sobre y en estos temas.

Como se ha indicado muchas veces, entre el siglo siete y cinco antes de Cristo, en el mundo, se concibieron y crearon o se perfeccionaron los grandes sistemas de significación y de significado. O, dicho de otro modo y modos, las grandes entidades culturales de significado, que han conformado nuestro mundo, tanto oriental como occidental, es decir, Confucio, Mahavira, Buda, Los grandes Profetas de Israel, los presocráticos, Zoroastro, etc.

Es cierto, que estos grandes sistemas de significado, llevaban siglos de evolución, milenios posiblemente, desde el neolítico, y que se concretizaron entre el milenio primero y segundo antes del Nazareno, en formas y conformaciones que abarcaron todos los terrenos.

Estimo que estamos ahora, en una situación parecida, cambio de paradigma, me parece un término demasiado usado, y demasiado pequeño, para todos los cambios que se van acumulando desde hace dos o tres siglos, y que seguirán evolucionando y progresando, cambiando y cambiándose a y en todos los sentidos y significados y significantes y continentes, a y en multitud de cuestiones.

La prudencia y la racionalidad, y el acercarse al saber más ortodoxo posible, puede y debe ser el camino y la luz para caminar…

Hacia un Estado Mundial, III