viernes. 19.04.2024

Sin duda una de las imágenes más icónicas del país del Nilo son las pirámides de Guiza. Pero ¿Cómo evolucionaron estas estructuras hasta convertirse en los monumentos más altos de la historia de la humanidad hasta la reforma del monasterio Potala tibetano a principios del siglo XX?

Primero nos tendríamos que remontar a los albores de esta civilización. Evidentemente los edificios con carácter funerario de los primeros monarcas egipcios distaban mucho de las megaconstrucciones que en la IV dinastía alcanzaron su máximo esplendor.

primera dinastía (Copiar)

Al principio nos encontramos con unas superestructuras construidas en adobe en forma de paralelípedo con numerosas capillas en los laterales, un pozo descendente y una cámara mortuoria donde se depositaba el cuerpo del propietario de esta tumba.

Este tipo de tumba evolucionó hacia una edificación en piedra, pese a que hasta bien entrada la III dinastía se seguía utilizando el adobe, mucho más sofisticada y de difícil acceso para los intrusos. La  mastaba, como se conocen estas tumbas, desembocó en la III dinastía en una serie de 6 mastabas superpuestas hasta alcanzar la altura de 62 metros. Estamos delante del primer prototipo piramidal de la historia: La Pirámide Escalonada de Saqqara. El Propietario de este monumento funerario fue el rey Zoser (Dyeser). Segundo faraón de la III Dinastía, tuvo la suerte de contar entre sus cortesanos con el gran proyectista, matemático, astrónomo, médico y un largo etc., el arquitecto Imhotep.

Zoser (Copiar)

mastaba (1) (Copiar)

Pasaron varios reinados y aproximadamente 30 años después de la construcción de la “primera pirámide”,  justo en el cambio de dinastía, subió al trono el monarca Snefreru (Snofru). Hubiera pasado a los anales de la historia como el padre del gran Kufu (Keops), pero seguro que muchos de los que estáis leyendo este artículo no sabrá que Snofru fue el mayor constructor de la historia de Egipto, superando al excéntrico Ramesu (Ramses II).

Bajo el reinado de este rey una de las primeras intervenciones constructivas que se realizaron fue la finalización de la pirámide  de Meidum perteneciente a su antecesor Huny, último monarca de la III Dinastía. Pero parece ser que no le convenció ya que ordenó el traslado de su tumba a una región próxima llamada Dahshur.

dahshur-3 (Copiar)

Comenzó con una súper pirámide, la Pirámide Romboidal o Acodada, sin precedentes pero debido a un error en el cálculo del ángulo en la parte superior, la estructura interna comenzó a agrietarse y los arquitectos decidieron reducir el ángulo de 58º a 43º en la parte superior. La pirámide  si hubiera mantenido el ángulo inicial hubiera alcanzado la altura de 129 metros siendo la tercera en altura de todas las construidas en Egipto.

Pero de nuevo Snofru no le pareció lo suficientemente atractiva para convertirse en su morada en el Más Allá y llamó de nuevo a sus arquitectos y ordenó la construcción de una tercera pirámide. Este monumento, la Pirámide Roja, era de proporciones nunca antes alcanzadas. Para evitar los problemas antes mencionados con su hermana la Romboidal, el ángulo desde un principio es de 430 reduciendo la altura a 104 metros de altura pero con una base de 221.50 x218.50, siendo el monumento con el mayor volumen construido hasta la fecha.

Los recintos funerarios tipo fueron diseñados por primera vez en el recinto de Saqqara y se mantendría sin muchas modificaciones hasta el final del periodo de las construcciones piramidales.

Supongo que los habitantes de Khemet (Egipto), mientras navegaban por el Nilo, quedarían perplejos y exhaustos al contemplar las pirámides desde Meydum hasta Dahshur, pero lo más imponente e impresionante quedaba por llegar.

Más hacia el norte, muy cerca de la nueva capital Menfis, se estaba construyendo algo que nada durante muchos siglos sería igualado en volumen y altura.

El hijo de Snofru, Khufu (Keops) quiso pasar a los anales de la historia como el más poderoso de los monarcas y, podríamos decir que, lo consiguió. Convocó a todos los sabios-constructores del reino y les propuso no solo igualar a su padre, sino superarlo. Es posible que en esta reunión los arquitectos reales pensaran que este nuevo rey estaba más loco que su padre. Pero la realidad es que las proporciones propuestas por el monarca eran desorbitadas e inimaginables en aquel periodo.

La Gran Pirámide, como se denomina, es impresionante incluso hoy en día. Con 250 metros de lado de la base, 148 metros de altura con el piramideon  incluido, y más de 2.5 millones de piedras, algunas de más de 10 toneladas de peso, se convirtió en el monumento más voluminoso y pesado de las Siete Maravillas de la Antigüedad y el único que sobrevive.

Pyramide_Kheops (Copiar)

Además, cuenta con algunas novedades respecto a las anteriores construcciones mortuorias. La cámara del sarcófago se encontraba bajo la superficie del suelo. Un pasadizo descendente nos conducía al lugar donde se encontraba el cuerpo del propietario. Así se comenzó la pirámide de Keops, pero este rey no le pareció lo suficientemente interesante. Así que decidió trasladar su cámara de sarcófago del lugar habitual a un lugar más próximo al núcleo del monumento. Esta nueva cámara, la Cámara de la Reina, como se llama, no fue de su agrado y volvió a cambiar los planos para ubicar su cámara mortuoria definitiva a una estancia superior a unos 40 metros de la base de la pirámide. Debido a tantos cambios propuestos por el rey, algunos se atreven a asegurar que Keops fue el verdadero arquitecto de esta obra colosal. A esta cámara se accedía mediante una gran galería de 8 metros de altura y 47 de longitud.

Según los relatos de los cronistas de la antigüedad, la Gran Pirámide tardó en construirse unos 20 años con más de 250 mil trabajadores en todo el periodo de construcción. Estos datos se podrían constatar ya que muy cerca del recinto de las pirámides de Guiza se encuentra el poblado de los obreros y en este yacimiento estamos encontrando documentos muy interesantes que nos remontan a aquel periodo.

Me gustaría mencionar que gracias a estos descubrimientos sea podido derribar una antigua creencia sobre quiénes fueron los obreros de estas moles. No se trataban de esclavos. Eran obreros asalariados que se desplazaban a la zona de construcción, junto a sus familias, en el periodo que el Nilo se desbordaba y las prácticas agrícolas eran imposibles.

En el siguiente capítulo hablaremos de la segunda Gran Pirámide, la Pirámide de Jaefre (Khefren) y la enigmática Esfinge. Seguiremos con su sucesor, Menkhuare (Micerinos) y del ocaso de este periodo  que pasó a los anales como uno de los más constructivos de la historia de la Humanidad.

Historia del antiguo Egipto. El Reino de las pirámides