martes. 19.03.2024

Manuel Moya es un actor valdepeñero, muy querido en su ciudad natal porque se lo ha ganado a pulso, y que este viernes actúa en el Teatro Auditorio de Valdepeñas con la obra ‘#Malditos16’. Con Manuel hemos hablado en Actualidad Valdepeñas sobre esta obra, su presente y futuro. Un consejo, no dejéis de verla.

Vuelves a subirte al escenario de tu ciudad ¿Qué sientes?

Es una de las mayores alegrías que puedes tener como actor. Llevar a tu tierra algo que has preparado con mucho amor. Y también que mi familia pueda verlo ya que no siempre pueden seguirte por la geografía española.

Ya eres un actor profesional, lejos han quedado tus comienzos en el Grupo de Teatro Lorenzo Medina ¿Cómo ves, desde donde estas, el trabajo que realiza el grupo?

Creo que si hoy puedo contestarte a esta pregunta desde el lugar que lo hago es gracias al Grupo de Teatro Lorenzo Medina. Fue ahí donde empecé a descubrir lo que era el teatro. Ese fue el inicio de todo. Qué les puedo decir: Gracias. Una y mil veces. Y la labor, ya más allá de pensar si en el futuro quieres dedicarte o no profesionalmente a ello. Debería ser de obligada presencia en los centros educativos las asignaturas artísticas. Ya que, lamentablemente, no es así en la gran mayoría, el vacío que las instituciones nos dejan, Nuria y José Luis lo han llenado maravillosamente. Niños que apenas saben hablar y ya tienen contacto con el teatro… ¡Qué más se puede pedir!

¿Qué vamos a poder ver en #Malditos16?

Las consecuencias de una sociedad que no se atreve a mancharse las manos para resolver problemas como el suicidio juvenil. El resultado de un sistema que no escucha y que no sabe solucionar. Vamos a ver cómo una sociedad enferma atrapa a cuatro adolescentes y vemos cómo tienen que luchar para sobrevivir.

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¿Cuál es tu papel y que te ha aportado?

El personaje que interpreto es Dylan. Un chico que nació en un cuerpo que no le corresponde. Su lucha es muy fuerte, por el entorno, su familia.... Ahora en el presente es feliz. Ha logrado su sueño, puede mirarse en el espejo y viene dispuesto a ayudar a Violeta en un nuevo plan de ayuda a jóvenes que tienen los problemas que ellos vencieron. Me ha aportado más comprensión, empatía con el que me rodea. No dejarme llevar por las primeras impresiones. Dentro de cada uno está el diamante que somos y muy pocas veces nos permitimos encontrarlo. Huimos. Y Dylan me ha enseñado a no huir.

¿Háblanos de tu próximo proyecto o en el que estés inmerso?

Ahora seguimos en la gira de “Eco y Narciso”. Hace unos días tuve el honor de ponerme bajo la dirección de Roberto Pérez Toledo para un cortometraje (“Siempre que lo cuento”) que está enmarcado dentro de la serie online “Indetectables”. Y bueno, el movimiento no para.

Que les dirías a tus paisanos para que vayan a ver esta obra y, sobre todo, a qué púbico se la recomiendas más, al adolescente, joven, adulto…

Les diría que tienen una oportunidad tanto jóvenes, adolescentes y adultos; padres e hijos de ver que la sociedad nos plantea muchos obstáculos, que seguramente vaya a doler pero que se sale; antes, después, mejor, peor… siempre se sale. La luz nunca se apaga sólo que estamos mirando en otra dirección. Habla de una edad muy concreta: los 16. Una edad de cambios constantes. Los jóvenes que vengan porque hace nada fueron eso, los adultos tendrán hijos y también para que no olviden lo que un día fueron y a los adolescentes porque creo que es muy complicado hacer un retrato fiel del momento en el que viven. Esa trepidante montaña rusa. Y #malditos16 lo hace.

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¿Para cuándo el cine?

¿Para cuándo cine? Te respondo a la gallega. También me lo pregunto pero sin caer en la desesperación. Estoy muy feliz de poder subirme a los escenarios. Va a venir. No sé cuándo pero vendrá. Estoy tan feliz de poder hacer lo que hago que no tengo la sensación de tener carencias en mi carrera. Ganas de hacer cosas, muchas. Y te diría que todas; pero poniendo bien la atención en lo que tengo ahora. Mañana será otra, pasado otra… Poco a poco, que esta carrera requiere de mucho fondo.

Manuel Moya: ‘Estoy tan feliz de poder hacer lo que hago que no tengo la sensación de...