Marta Campillo Poveda, es una valdepeñera de 26 años que actualmente vive en Edimburgo donde realiza el doctorado en el Departamento de Inmunología e Infección en el Roslin Institute (el sitio donde crearon a la oveja Dolly). Con Marta hemos hablado para saber como le va Lejos del Km 200.
¿Cuál fue el motivo que te llevó a vivir lejos de Valdepeñas?
Todo empezó algo más de 4 años cuando conseguí una beca erasmus en Durham (Noreste de Inglaterra) para mi último curso de grado y el proyecto. Tras es erasmus volví a España para graduarme pero después de 3 o 4 meses decidí volverme a Reino unido, esta vez como Au pair a Liverpool, para mejorar mi inglés y mientras aplicaba para hacer un master. El destino quiso que me dieran un master en Inmunología de las Enfermedades Infecciosas en el London School of Hygiene and Tropical Medicine, un centro bastante prestigioso en el que muy pocos alumnos acceden cada año. Como no, y gracias al apoyo de mis padres, acepté la plaza. Esto fue el curso 2015/2016 y para cuando se acercaba la fecha de acabar (bueno en realidad como a principios de 2016) empecé a aplicar a becas para hacer el doctorado en Reino Unido y otros lugares de Europa. Tras varias entrevistas por Skype y en persona conseguí una oferta de beca para 4 años estudiando diferentes aspectos acerca una infección bacteriana en ganado porcino y su diagnóstico. Y aquí estoy ahora, empezando mi segundo año de doctorado en Edimburgo.
La ciudad me encanta por lo que podría plantearme quedarme más tiempo si se presentara la oportunidad.
¿Cómo es tu día a día?
Bastante rutinario y a pesar de tener horario flexible soy de las que madruga y está en la oficina antes de las 8:30am. Normalmente tengo experimentos que hacer en el laboratorio por lo que las horas pasan rápido. Algunos días asisto a seminarios que organiza la universidad para conocer que otras investigaciones se están llevando a cabo en campos similares al mío etc. Luego por la tarde, sobre las 6 me voy para el gimnasio y llego a casa sobre las 8pm. Los fines de semana normalmente salgo a tomar algo o viajo, siempre hay que tener tiempo para el ocio.
Muchos tienen que ser los rincones que disfrutes a diario, pero ¿cuál de ellos podrías decir que es tu favorito?
Las vistas desde mi trabajo son particularmente bonitas ya que estamos en medio del campo. Pero de Edimburgo me quedaría con The Craigs o Sir Arthur’s Seat, un volcán extinto en medio de la ciudad de ofrecer las mejores vistas al mar y de la ciudad. Sin duda me gustaría subir más a menudo a su cima, pero con el frio y el viento a veces es complicado. Old Town, o la parte vieja de la ciudad, también tiene mucha magia, con todas sus leyendas y callejones llenos de buenos sitios para comer y beber.
Las personas somos animales de costumbres, ¿sigues manteniendo las costumbres de aquí, o por el contrario ya te has adaptado completamente a tu nueva ciudad?
Algunas. Después de 4 años aquí ya me he adaptado a la mayoría de costumbres, como horarios, comidas (aunque realmente cocino yo casi todo lo que como a diario) etc. Algunas cosas que no he cambiado son el horario de cenar, que intento hacerlo siempre después de las 8 pm y el tomar las uvas en año nuevo (obligo a todos los de mi círculo a hacerlo conmigo).
¿Qué aspectos te gustan más de los habitantes de Edimburgo, y cuáles crees que son los que más valoran de ti?
Los escoceses son gente muy maja. Cierto es que pueden tener un acento bastante complicado pero son en general gente con ganas de ayudar y pasarlo bien. Hay que tener en cuenta que Edimburgo tiene una gran comunidad de extranjeros y británicos (no escoceses) viviendo por lo que al final los grupos de amigos suelen ser muy variados en nacionalidades.
¿Cómo valorarías la experiencia de vivir fuera de tu ciudad y qué es lo que crees que es lo que te está aportando como persona?
Te ayuda a crecer, a descubrir que hay más cosas en el mundo aparte de nuestro bellísimo pueblo. No es siempre fácil, pero cuando el tiempo pasa y miras atrás siempre te quedas con lo bueno. En mi caso también tiene un gran peso las grandes oportunidades profesionales que este país me está brindando.
Cuando piensas en Valdepeñas ¿qué recuerdos vienen a tu cabeza? ¿Qué es lo que echas más de menos de aquí?
Cualquier momento con mi familia y amigos, como es salir por el centro de cañas, las Fiestas del Vino, estar en mi cortijo en la chimenea, las grandes reuniones familiares, las lentejas de mi madre… La gente es siempre lo que más se echa de menos. Las horas de sol en invierno también es algo que añoro ya que aquí apenas hay 7 horas de luz en invierno.
Y cuándo estás aquí, ¿qué echas más de menos de allí?
A la gente en general, a mi novio y mis amigos en particular. Y por supuesto el paisaje, lo verde que es todo, las montañas y los lagos, es muy fácil poder pasar tiempo al aire libre aquí.
