jueves. 28.03.2024

La Escuela de Ciudadanos inauguró este viernes su décimo curso con un ameno encuentro entre Juan José Millás y el periodista José María Izquierdo. Fiel al estilo de sus columnas semanales en El País, mezcla de artículo y de cuento, el escritor habló de periodismo, de redes sociales y de su pasión por la literatura en una charla aderezada con metáforas, curiosas reflexiones y divertidas anécdotas ante las que ni Izquierdo ni el público pudieron contener la risa. Al margen de sus “increíbles mundos”, Millás también habló de Cataluña para expresar su lástima y condenar “el peor fascismo” que está apareciendo. “Se está despertando la bicha”, alertó.

Para el público que llenó el patio de butacas de la Casa de Cultura de Manzanares (más de 200 personas), la hora y media de conversación entre Millás e Izquierdo pasó como un suspiro. “Los increíbles mundos de Juanjo Millás”, título del encuentro, fue un análisis balsámico de diferentes temas gracias a las sutiles reflexiones del escritor, incluso para hablar sobre Cataluña.

Firmante de un documento contra el referéndum del 1-O por considerarlo una estafa democrática, pero simpatizante del nacionalismo catalán, no del independentismo, Millás dijo sentir “mucha lástima” ante una situación a la que, a su juicio, “se ha llegado por intereses políticos bastardos y muy mezquinos”. Recordó cómo, desde el asunto del Estatut en 2010, el independentismo catalán ha crecido del 18 al 48% y ha creado una “espantosa” fractura social que enfrenta a compañeros, amigos y hermanos. “Es como vivir en una cena de Navidad continua”, apostilló para quitar hierro.

La clave de esta situación, según el escritor, es que el anticatalanismo ha dado muchos votos a la derecha española y el antiespañolismo da votos en Cataluña, “como si este follón lo hubieran acordado Rajoy y Puigdemont para darse votos”, ironizó antes de alertar de lo peor de todo esto: “Ha empezado a haber brotes de fascismo”. Así definió los insultos a la directora de cine Isabel Coixet o los episodios de profesores que en el colegio recriminan a hijos de guardias civiles. “Los pueblos entran en delirio. Con actos así empezó el fascismo en Alemania”, añadió.

Millás tampoco ocultó su preocupación por la deriva del nacionalismo catalán, “que era muy educado y familiar, no agresivo”, y por el resurgimiento del peor nacionalismo español que enarbola banderas con el águila. “Están despertando la bicha y no hay nada peor que dos nacionalismos frente a frente”. Para explicar la situación en que nos encontramos, recordó un símil de un profesor de su infancia: “La pasta de dientes es fácil de sacar y difícil de meter, y esta gente ha sacado toda la pasta del tubo”, concluyó.

Quien escribe mal no puede pensar bien

Tras estas dosis de cruda realidad, Izquierdo llevó la conversación a los “increíbles mundos” del Millás columnista de asuntos domésticos, de aquel niño que descubrió la literatura en una biblioteca pública de Madrid con el libro “Cinco semanas en globo” de Julio Verne, que quedó fascinado con las ilustraciones y artículos de la enciclopedia Espasa, y de quien descubrió que la escritura –como los bisturíes eléctricos que fabricaba su padre- cauterizaba las heridas al momento de producirlas.

Sobre la escritura también dijo que conlleva una carga de sufrimiento “por lo mucho que te juegas”, pero también de placer. “Si no tienes miedo, podrá ser correcto, pero no será un texto que se salga de lo normal”. Y ante lo que se escribe en las redes sociales, especialmente en Twitter, “el reino de las comas mal puestas”, fue contundente: “Una sociedad que escribe mal no puede pensar bien”.

Divertidas anécdotas, como cuando dictaba sus artículos al periódico por teléfono y tenía que eliminar palabras o frases por superar la extensión, dieron pie a Millás para hacer reflexionar sobre la importancia de dar siempre una vuelta de tuerca más a los asuntos, en su caso a un texto, para mejorarlo. Comprobó que cuanto más quitaba, más mejoraba. “¡Cuántas cosas inútiles ponemos porque suenan bien!”. Por ello dijo que Twitter, en lugar de aumentar los mensajes a 280 caracteres, debería reducirlos a 70. “¿Para qué multiplicar la tontería?”, se preguntó.

Millás, que sueña con escribir la columna perfecta que acabe con el columnismo, como el Quijote acabó con las novelas de caballería, dijo ser un escritor fronterizo –“en la frontera donde pasan las cosas”, aclaró- y calificó como cambio exponencial lo que supone Internet para el periodismo, ni mejor ni peor que antes, pero sin parangón en la historia de una humanidad “que si acaso tiene una dirección es la de la propia autodestrucción”.

Para terminar, José María Izquierdo pidió a Millás un breve perfil de diferentes personas. Verbalmente, el escritor dibujó a Puigdemont como el vecino que comete un crimen y todos dicen que “era un tipo muy correcto”. De Rajoy dijo que es una rareza biológica que solo tiene perfil. “Nació de perfil y de perfil se ha colado en todas partes”.

A Pablo Iglesias lo describió como “la personificación de la ambición” y a Donald Trump como “un dispensador de papel higiénico con el mismo cociente intelectual que éste”, en alusión a las imágenes del presidente norteamericano lanzando rollos de papel a los damnificados por un huracán en Puerto Rico.

Una década de Escuela de Ciudadanos

La Escuela de Ciudadanos que dirige Román Orozco cumple su décimo curso. El periodista afincado en Manzanares agradeció el apoyo de las personas y entidades –Ayuntamiento de Manzanares, Diputación de Ciudad Real, Unicaja y Cadena Ser- que han hecho posible este espacio ciudadano para el entendimiento que comenzó hace una década con la conferencia de la escritora Almudena Grandes.

Román repasó las tres etapas de la Escuela de Ciudadanos. La de los tres primeros cursos, en la Biblioteca Municipal Lope de Vega, organizada por el Ayuntamiento con el impulso del entonces concejal de Cultura Antonio Caba, para quien tuvo un recuerdo especial por su delicado estado de salud; la segunda, durante la legislatura municipal del PP, en la que se le negaron las instalaciones municipales, la Escuela se constituyó en asociación cultural independiente y celebró sus actos en el castillo de Pilas Bonas; y la actual, en la que con un gobierno municipal progresista volvió a un espacio público en la Casa de Cultura.

La próxima cita, en la que el historiador Santos Juliá hablará de Cataluña, será el 10 de noviembre. 

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