viernes. 29.03.2024

Esta misma mañana los medios de comunicación de Valdepeñas hemos visitado, junto al alcalde de la ciudad, Jesús Martín y la concejal de Medio Ambiente, Amparo Crespo, los dos Molinos del cerro de San Blas que se han rehabilitado recientemente, y que han supuesto un coste de 35.000 euros.

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Jesús Martín, ha recordado que del superávit del año pasado una de las inversiones era recuperar las señas de identidad quijotescas, las únicas que según el alcalde quedan en Valdepeñas: "Es cierto que el Molino de Gregorio Prieto está ahí pero que es algo que hizo en su día el artista valdepeñero, que es el más grande del mundo, y no deja de ser un molino del siglo XX, que también tiene su mérito".

Los Molinos tienen una parte romántica "porque hace 30 años un valdepeñero, Carlos Muñoz, que vivía en Cataluña y que fundó allí el Trascacho, igual que el de aquí, se llevó las señas de identidad y creó una tertulia literaria en Barcelona, bajo el título "El Trascacho catalán". El mismo  se daba el título de faraute del Trascacho, y a este hombre le fue bien y la primera recuperación de este molino fue el primer gesto de donación altruista que un valdepeñero hizo a su pueblo".

Después de 30 años, el vandalismo y abandono dejaron que se deteriorara, lo que provocó la decadencia de los dos Molinos que ahora se han rehabilitado por dentro y por fuera, donde también se han puesto cámaras de seguridad para que "no se vuelva a repetir ese vandalismo".

"Esta rehabilitación supone dejar un testigo a nuestros hijos de cómo eran los molinos famosos manchegos de los que habla El Quijote", ha explicado Martín, quien también ha dicho que se han arreglado las aspas, se ha pintado por fuera y por dentro, se ha puesto nueva iluminación y se ve por la noche, la capota se ha cubierto con materia vegetal, se mantienen los suelos iniciales en el interior, solo que han sido restaurados, limpiados y abrillantados.

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En cuanto al otro Molino, el que le faltaba la cubierta, se ha quedado como muestra arqueológica, se ha cerrado y se ha cubierto para que no entre agua, se ha puesto puerta y se "ha hecho una consolidación de cómo estaban hechos los Molinos pero que es un aparejo bastardo de lo que había aquí que era tierra, cal, arena y lanchas. Esto son los Molinos donde se traía y se molía el trigo y salía la harina que alimentó a los valdepeñeros en los siglos XVIII y XIX", ha añadido Martín.

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El objetivo es que uno de estos Molinos sea centro cultural para que grupos de este tipo hagan actividades en primavera y verano y que se genere vida social entorno al Molino. Donde además, hay unas preciosas vistas de Valdepeñas.

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Visita a los Molinos del siglo XVIII que Valdepeñas ha rehabilitado