viernes. 19.04.2024

El sábado 31 el Valdepeñas lograba los tres puntos "in extremis" ante una rocosa A.R. Concepción B (8-7), en un partido no apto para cardiacos, con muchas alternancias en el marcador, tensión, lucha, polémica arbitral y un final totalmente loco que tuvo de todo y que decidía Héctor con una vaselina a cuatro segundos del final. El encuentro del domingo, ante el CW. Poseidón (15-3), algo más plácido pero igualmente difícil, se caracterizó por una excelente primera mitad de los valdepeñas basada en una gran actuación defensiva y en la intensidad de los boyas.

El partido ante La Concepción-B no podía empezar mejor para los intereses manchegos. Los valdepeñeros estuvieron intensos en el juego,  presionando arriba al rival, y moviendo el balón con mucho criterio. Pincho, Chete y Héctor adelantaban a los visitantes con un 0-3 a favor en los primeros cinco minutos de juego. Además de la ventaja en el marcador, el Valdepeñas marcaba el ritmo de juego, no dejando al rival llegar con claridad arriba y cerrando muy bien atrás para no ceder apenas ocasiones. Con Edu y Javi mandando desde atrás, los vinateros estaban bastante cómodos y bien asentados en el partido. Un gol de los madrileños, gracias a una superioridad, en su última posesión del primer cuarto, lo cambiaría todo.

Porque tras un gran primer cuarto, el Valdepeñas salió totalmente dormido, perdidos. Los de La Concha comenzaron a llegar con más claridad a los dominios de Cifu y el Valdepeñas empezó a sufrir para mantener el buen nivel defensivo de los primeros ocho minutos. Además, en ataque los manchegos comenzaron a fallar ocasiones bastante claras (penalty incluido) y perdieron totalmente el control del partido. Al ritmo que marcaba el equipo local, los waterpolistas valdepeñeros no daban tres pases buenos seguidos y se dejaron pasar por encima. Los madrileños levantaron el 0-3 inicial y pusieron la igualdad en el marcador. Intensa primera parte que se cerraba con un igualado 3-4 en el marcador. Un cuarto para cada equipo y mucho que decir por ambos conjuntos en los dos cuartos restantes.

El tercer cuarto reflejó una gran igualdad en el agua, con un equipo empeñado en llevar la batuta del partido, La Concha, y un Valdepeñas, que dejó su mejor juego a un lado pero que comenzó a ponerle todo el corazón a cada jugada. Los locales mandaban en el ritmo del partido, hacían y deshacían como querían y no paraban de caerles superioridades en ataque, lo que les llevaría, aprovechando dos de ellas, a ponerse ganando 5-4 en el marcador. El Valdepeñas estaba defendiendo bastante mal las superioridades madrileñas y por momentos estuvo muy fuera del partido. Pero Chete aprovechó en ese momento una superioridad y empató el encuentro. Los pupilos de Prosi aprovecharían una nueva superioridad para ponerse de nuevo por delante en el marcador; y Héctor, a 29 segundos del final del cuarto, ponía el 6-6 en el electrónico con el que nos iríamos a por los últimos ocho minutos de juego. El partido estaba muy igualado, cardiaco, y todavía faltaba lo mejor.

El Valdepeñas recuperó el control del partido por momentos e intentó parar cualquier atisbo de contraataque buscando imponer el cuerpo a cuerpo. Un nuevo gol de Héctor ponía a los manchegos por delante nada más comenzar el último periodo, aunque en el siguiente ataque, los locales aprovecharían una nueva superioridad para empatar. A partir de ahí ninguno de los dos equipos le perdió la cara al partido ni se echó atrás pese al empuje del otro. Mucha lucha, mucho choque, balones perdidos, ataques que morían en la manos de los porteros, tiempos muertos para encontrar la táctica con la que hacer daño al rival, goles fantasma, un portero local que se hacía con el protagonismo parando varios mano a mano, un polémico penalty a falta de 43 segundos que los madrileños no podrían llegar a tirar,  ataques suicida por parte de ambos conjuntos para que finalmente el balón acabará cayendo en posesión de Héctor. El jugador vinatero encaró en solitario al portero local con el electrónico descontando segundos a un ritmo infernal, y que el número 9 ejecutó con una vaselina marca de la casa que daba al Valdepeñas los tres puntos. Aún le daría al equipo local para realizar dos lanzamientos a puerta en los cuatro segundos que quedaban por jugar, lo que habla del empuje y pundonor del rival madrileño del sábado.

Fue un partido de los que hacen afición, un rival enorme enfrente y gran satisfacción por el resultado obtenido para los manchegos. Héctor se haría con el protagonismo del partido con el último gol, el cuarto en su cuenta en este partido, pero cabe destacar también el derroche físico de Chete y Ricky, la fiabilidad de Nicola, y la seriedad defensiva de Javier y Edu. Al Valdepeñas le tocaba descansar y reponer fuerzas pues en unas horas les esperaba el Waterpolo Poseidón en la piscina Santo Domingo de Alcorcón.

Nada más comenzar el partido el Valdepeñas consiuió el control del balón y ya no lo perdió en toda la primera mitad. Con una defensa muy enchufada, no permitiendo crear peligro al equipo talaverano, cerrando las líneas de pase, presionando la salida de balón y confiando en la destreza de los defensores de boya, los valdepeñeros impusieron un ritmo cómodo de juego con el que alternaban ocasiones en estático, aprovechando el gran momento de forma de los boyas, con alguna que otra contra con la que abrir brecha en el marcador. Al descanso se llegó con un claro resultado de 1-8 en el marcador y un juego que no dejaba lugar a dudas. El Valdepeñas estaba cuajando un buen encuentro. Con un imperial Javi en la conducción de balón y en la defensa, los valdepeñeros comenzaron a surtir de balones a Pincho, en estado de gracia, que se dedicó a marcar goles y provocar exclusiones, mermando al rival. Buenos minutos también de Kike en 5 y Ojeda en 2.

La segunda mitad fue algo más irregular. En el tercer cuarto los valdepeñeros se dedicaron a elegir mal en muchas de las combinaciones en ataque y, pese a seguir muy serios en defensa y ceder muy pocas ocasiones, se les vio algo más nerviosos y descentrados. Aun así mantuvieron el control del encuentro y ampliaron la ventaja con un parcial de 0-2 gracias a los tantos de Chete y Pincho.

Ya en el último cuarto, el encuentro se abrió y se pudieron ver más goles. Los equipos se partieron, dando lugar a un tímido correcalles y a mostrar al público asistente un mayor número de ocasiones por ambos conjuntos. Nandis y Ojeda tiraron del carro en ataque en los últimos minutos, donde se pudieron ver goles tras bonitas combinaciones, llegando hasta una máxima diferencia de 13 goles (1-14). Al final, el empuje y orgullo talaverano les llevó a anotar dos goles más mientras que Nandis cerraba la cuenta verdinegra en un total de 15 tantos. Al final, 3-15, partido controlado de principio a fin, buen cierre de competición madrileña y una gran segunda plaza para el Valdepeñas en tan exigente competición.

Partido destacado de Kike, Ojeda y Javier, muy bien también Juanjo bajo palos, pero en general todo el equipo se mantuvo a un nivel bastante alto, ya no solo en la jornada del domingo, sino a lo largo de todo el fin de semana.

AR. CONCEPCIÓN – C. LINEAL B  7: Rubén, Santi, Pablo, Miranda, Caballero (2), Pastor y Jaime; Checa (1), Rodrigo (1) Gómez, Padilla, Alcón (3) y Gonzalo.

CW. VALDEPEÑAS 8: Cifu, Ojeda, Pincho (1), Edu, Ricky (1), Héctor (4) y Chete (2); Nicola, Joselu, Nandis, Javier Kike y Álvaro

CW. POSEIDÓN  3: Brahim, Mario, Morales, Adrián, Camacho (1), Medina (1) y Del Pino (1); Álvaro, Manu, Marcos y Montero.

CW. VALDEPEÑAS 15: Juanjo, Ojeda (2), Borja, Edu, Héctor (2), Chete (4) y Pincho (3); Kike, Javier (1), Nandis (3), Álvaro y Ricky.

El Waterpolo Valdepeñas acaba la liga madrileña con dos derrotas