Resulta, cuanto menos curioso, la petición de voto útil por parte de los partidos que siempre han imperado, los del bipartidismo. Sí, esos mismos que parecen tener más miedo que vergüenza en estos últimos meses y más aún en estas últimas semanas y días, ya tan cerca del 20 de diciembre.
Voto útil es un sinónimo de vótame a mí que si no es como tirarlo a la basura... Pues no, no es tirarlo a la basura, porque, como decía Carmen Maura en aquel spot televisivo de principio de los años 80, tacita a tacita... Pues lo mismo, voto a voto, se hace y se marca la presencia, que no la ausencia.
Parece ser que lo del voto útil se lo inventó Alfonso Guerra allá por el año 89, so pretexto de no ser acólitos de la derecha pero claro, parece ser que ellos eran la izquierda e iban a salvar al mundo.
Si al mundo le da por mirar hacia atrás y tirar de hemeroteca se sorprenderá al ver qué extraña política de izquierdas hicieron y han hecho al permitir tantos y tantos atropellos a los que supuestamente deberían haber defendido y defender, al pueblo, a los trabajadores.
Vergüenza ajena siento al ver el slogan de esta campaña electoral de su partido, ese que ha olvidado lo que es Socialista y Obrero. “Un futuro para la mayoría” reza en sus carteles y pancartas. Para la mayoría, ojo, que no para todos. Lo dejan bien claro, no se les puede acusar de mentir.
El voto útil parece ser que ha servido para las famosas puertas giratorias pues eso es lo que se deduce de los últimos años donde, todo aquel que ha ocupado un puesto de importancia en este país, en el mundo de la política claro está, desde presidentes a diputados gozan de puestos de administración en grandes empresas. Grandes empresas que ellos mismos se han encargado de privatizar o favorecer, o por qué no, ambas cosas.
Lo que llaman Voto útil es el que consolida el bipartidismo y eso justamente es lo que debemos erradicar, el estar a merced de unos cuantos que solo miran por ellos y los suyos e ignoran el papel que deberían realizar y para lo que fueron elegidos, servir al pueblo que los puso en esos cargos, en esos pedestales que ellos se han forjado a fuerza de explotar a quienes deberían ayudar.
Voto útil es el que debe llevar cada uno en su conciencia pues le otorga la utilidad que le parece oportuno. Voto útil es el que marca la ética, los principios. El que debe ser útil para la mayoría, para los trabajadores, los que realmente nos dejamos la piel día a día, no para unos cuantos, no para la oligarquía que vive de exprimir al ciudadano de a pie.
Voto útil es el que deben llevar a cabo las clases populares que son la mayoría y no deben quedarse en casa esperando a que alguien haga las cosas por ellos pues demostrado queda que no ocurre así. Las clases populares, las que tanto han sido vapuleadas durante estos últimos años de mandato del PP así como en los anteriores en los que han ido alternándose PP y PSOE, cual juego de la oca que tiro porque me toca. Como decía, esas clases populares, esas que conforman la mayoría de la ciudadanía del país deben ir a votar y votar a un partido que les defienda, que esté con ellos, que busque su bien y beneficio. Un partido que esté dispuesto a dejarse la piel para evitar más injusticias tanto laborales como sociales.
Un partido que defienda que lo público es público y que los pilares de la sociedad no se deben privatizar ni alejar del ciudadano.
Eso sí que es un voto útil, el que es útil para el ciudadano de a pie. Ese que es como tú y como yo.
Ese que ha sufrido los recortes en sus carnes, que se ha visto sin empleo, que ha visto muy de cerca cómo se ha ido privando poco a poco de las necesidades básicas a sus vecinos cuando les han cortado la luz o los han echado de sus casas; cuando ha visto cómo a quienes necesitaban una asistencia médica se les ha negado por ser inmigrantes. Ese que ha visto tan de cerca que aun le duele cómo fallecía gente por privación de servicios médicos esenciales. Ese al que se le ponía la carne de gallina cuando veía las salas de urgencias de los hospitales con enfermos hacinados como sardinas en lata.
Ese que apenas podía controlar su ira cuando Wert dijo que quien no pudiese pagarse los estudios se dedicara a otra cosa. Milana bonita, ¿no?
Ese que se indigna cuando ve el gasto que se dedica a Defensa en lugar de garantizar esa sanidad y educación gratuitas, de calidad. Ese que siente que se le sale la hiel cuando ve a los refugiados atrapados entre vallas y apuntados por fusiles.
Ese que ve cómo aumenta el número de mendigos en cualquier ciudad de España y piensa, “Cachis, podría ser mi padre ese señor que está sentado en el suelo pidiendo para poder comer...”
Mi voto será útil, mi voto irá para ese partido, para esa persona que está recorriendo de arriba a abajo la geografía nacional llenando estadios, salas, parques y todo sitio al que va.
Ese hombre que tiene honradez, dignidad, inteligencia y sabe lo que se dice pues no se le llena la boca de mentiras y falacias.
Ese hombre al que los grandes medios de comunicación, en su mayoría, están vetando para evitar que la gente se revuelva, que la gente exija lo que le pertenece por derecho. Que abran los ojos.
Ese hombre que no canta ni baila ni se dedica a hacer espectáculos en Prime Time en televisión porque a lo que él se dedica es a la política, no al divertimento del personal.
Ese que tiene propuestas de izquierdas para todos, no solo para unos pocos privilegiados.
Ese hombre se llama Alberto Garzón y para mí es garantía de seguridad porque apuesta por Un Nuevo País y por eso, porque el llamado voto útil de la vieja política nunca cambiará nada, mi voto será para él y sí que será un voto útil.
¿Y el tuyo, será útil para ti o para ellos?
“El voto útil es el que se hace de acuerdo a los valores y principios que se tienen”, ( 2015, Alberto Garzón)