sábado. 20.04.2024

Ser escritor

¿Qué es o puede ser y ser y estar como escritor?

Puede que todos los ríos vayan a ahogarse en un mar o en otro río o en un lago interior o en una cueva del subsuelo. Por consecuencia, hay tantos escritores posibles, como seres humanos. Pero indicaremos algunas notas, de algunos tipos o clases, al menos.

Ser escritor no es para sentirse superior a nadie, no es por vanidad o soberbia o engreimiento, no es para hacerse rico, aunque el pastelero merece su salario, no es para pasar a la historia de las letras o del pensamiento, aunque toda creación debería quedar para generaciones futuras, igual que se reciclan las botellas.

Es una necesidad imperiosa, de intentar entender y comprender el mundo, tanto el interior, como el exterior, tanto el individual, como el colectivo, tanto el de las ideas como el de los cuerpos y de las mentes y de las almas, tanto algo de nosotros mismos y algo de la metafísica, incluso del Buen Dios.

Los estilos o tendencias o géneros, es secundario, llegar a lo esencial y a lo accidental de cientos de fenómenos, esto es lo real de la escritura. Ciertamente, un matemático intenta descubrir otros tipos de ecuaciones o demostrarlas de otro modo lo ya descubierto, no expresar lo que ya se ha realizado, a no ser que se sea profesor y , su función es enseñar. Pero un escritor es un investigador de la sensibilidad, de las palabras, de las ideas, de los mundos. Sí mundos interiores y exteriores, colectivos e individuales, sociales y culturales, materiales y metafísicos. El autor debe quedar en quinta posición, y la materia de la creación el primero. A cambio la sociedad, debe comprometerse, a que esa producción se conserve para siglos posteriores, sea en texto o en imágenes, aunque sea mediocre.

Se escribe para que el producto pueda estar al lado de los de Lope de Vega, Cervantes, Dante, Homero, Shakespeare y otras cien grandes figuras. Si no se consigue, ni el escribidor, ni el público o entendidos debe sentirse humillado. El escribiente-observante-pensante debe intentarlo. Si no lo consigue, o la sociedad, no le admite como obra de talento o genial, pues eso ya es cosa de otros. El escritor ya ha dejado su corazón a ello, al final, no existen tantos talentos geniales, en cada generación, en ningún oficio o profesión o saber…

Puede que un escritor-escribiente-escribidor, que aúna multitud de oficios en sí mismo, generalmente con una gran sensibilidad psicológica, y sería conveniente, con un alto nivel de ética y moralidad, y aún más de espiritualidad-religiosidad correcta. Puede que haya optado por buscar nuevos caminos a las palabras, no solo al contenido, buscando verdad y bondad y bien, sino también a la expresión o materialización, encontrar nuevas formas que no serán admitidas, por lo general. Dejad libertad, siempre dentro de la legalidad y moralidad, al creador de imágenes con palabras y frases. Dejad esa libertad, igual que la tienen los abogados de oficio y de no-oficio y la deben tener los investigadores...

Se rompen las piedras, hasta la saciedad hemos oído decir, “hoy, no se perdería ni un Quijote, ni un Cervantes”. Y, siempre pienso lo mismo, “acaso sabemos cómo sería hoy un Quijote, y quién y dónde estaría hoy un Cervantes”.

Se pueden ir rompiendo las estructuras de difusión, desde abajo, se pueden cerrar posibilidades a personas y a sus producciones culturales. Porque no tienen una ideología equis, o no van en contra de la ideología zeta. En cada territorio puede cambiar. Se le cierra el aire desde abajo. Y al final, ese observante-pensante-escribiente, realiza su producción con menos interés, ganas, deseos, pasión, talento, capacidad. Y todo queda siempre, perdido, y lo que podría haber construido, no lo ha hecho, y lo realizado queda relegado al silencio de cien sinfonías mudas.

Para expresar un mundo, un mundo enorme, interior y exterior de esta especie, puede que se necesite suficiente cantidad de palabras o de texto. Por tanto, no menosprecien, porque una producción cultural, sea extensa. No desprecien, sino vayan a beber a esas aguas. Y después juzguen. De todas formas, puede que un escribiente, haya pensado mezclar, en ese producto cultural, multitud de estilos, formas, maneras, lenguajes, temas, conciencias, sujetos elípticos o no. Por lo cual, la deficiencia y el error, entra a formar parte de la materia y masa escrita. Decir, que es mediocre o es una escritura de no-estilo, es juzgar mucho, porque si se aplicase la misma razón al arte plástico, el noventa por ciento de lo conservado en los museos contemporáneos habría que llevarlo a los almacenes…

Para terminar, no sé si es una desgracia, ser un escritor, ese escritor, que no puede remediar ser escritor, y además ser un escritor, que ni a la industria cultural pública o privada, no le interesa su producción, y aún más, ser un escritor, que arrastra esta pesada carga, cincuenta o cuarenta años, y ya es consciente, que todo lo producido se irá perdiendo y destruyendo, y que el porvenir es casi la nada o la nada y, que su labor ha sido pensar-escribir en el aire, para casi nada, y para casi nadie…

Ser escritor