viernes. 29.03.2024

Sermones II de Juan de Portoplano

Aquella mañana el de Portoplano se había levantado con una pesadilla. Se había pasado media vida, en sus noches y en sus días, intentando entender y comprender el misterio y el enigma del bien y del mal. Sus mecanismos, las grandes causas y las pequeñas, las grandes razones y las pequeñas, los grandes motivos y los pequeños. Pero sentía que sus resultados no gustaban ni a tirios, ni a troyanos, ni a “hunos, ni a otros”, como nos diría el gran Unamuno. Siempre el pensador solo en sus pesares y pensares, siempre en su silencio y en su sillón.

- ¿Los cristianismos entre sí, no tendrían que competir tanto entre sí. Percibiendo la situación actual, no deberían unas confesiones religiosas cristianas, hacer demasiado hincapié en convertir a fieles de otras confesiones religiosas a las propias, sino que deberían, en todo caso, expresarse y evangelizar a personas, siempre con libertad y respeto y tolerancia, a personas y comunidades de otras confesiones no cristianas?

- ¿Quizás, ya es tiempo, aunque haya diferencias graves y grandes entre los cristianismos, ya dejen de tanto polémica, aunque existan diálogos y diferencias y ecumenismo, y sean conscientes que sus retos no son los otros cristianismos, sino los ateismos y los agnosticismos y quizás, las metafísicas religiosas y no religiosas cristianas…?

¿El cristianismo debe intentar llevarse bien con todas las comunidades religiosas, pero debe en paz y en tolerancia y en libertad mostrar su mensaje a todos los seres humanos, no obligándoles a creer de ningún modo, pero si expresando las realidades posibles metafísicas y religiosas, siempre dentro de los grandes principios morales y éticos…?

- ¿El mundo necesita una nueva ilustración, a la luz de los conocimientos probados de todos los saberes ortodoxos, especialmente ciencias, se sometan todas las cuestiones de todo el resto de saberes, a un análisis, para de ese modo intentar buscar nuevas ideas y nuevos argumentos, y que el mundo avance hacia un mayor grado de verdad y bondad, teórica, y al mismo tiempo práctica, porque pueden existir cientos de ideas, en cientos de temas y cuestiones sobre la realidad, que las diversas ideologías y filosofías y metafísicas no estén al nivel de la verdad actual, bien demostrable y bien demostrada, por lo cual, todas las grandes cuestiones, deben ser sometidas a la luz del saber ortodoxo, científico y filosófico y racional…?

¿Esto puede ser tan importante, que quizás de no hacerlo, se pueden formar y conformar enormes confrontaciones y diferencias entre diversos sistemas ideológicos y culturales en el mundo…?

- ¿Ese análisis de las diversidad de ideologías y filosofías y macrovisiones y metafísicas existentes, exige no solo analizar a la luz del saber ortodoxo, con prudencia y respeto y tolerancia, pero también con libertad y buena voluntad y verdad o veracidad, no solo todos los planteamientos teóricos existentes, sino todos los planteamientos prácticos, pero también las biografías de sus grandes pensadores o filósofos o ideólogos o creadores o interpretadores de esas tradiciones metafísicas o ideológicas o filosóficas o sociopolíticas, y el análisis también de sus movimientos en sus primeros años y décadas y siglos, y las tradiciones que se han ido adhiriendo a lo largo del transcurrir humano, además de sus materializaciones prácticas de hoy y de ayer…?

- El hombre necesita a Dios, el hombre no puede vivir sin Dios, por tanto, como existen varias docenas de grandes tradiciones filosóficas y metafísicas y religiosas sobre y en relación con y en Dios. Todo ser humano tiene el deber y el derecho de buscar cual de estas tradiciones religiosas y espirituales es la que más acorde tiene de ser cierta y verosímil y verdadera. A nadie se le puede negar el deber y el derecho de examinar estas cuestiones. Nadie puede negarse a realizar esa función consigo mismo, porque de ello depende multitud de aspectos de la realidad y de lo real, en su vida y en la vida de los demás. Cierto es que cada uno según sus circunstancias, tradiciones, tiempo, cultura de base, época, situación personal, etc.

- ¿Es triste que personas buenas, de buena voluntad, no estén en el seno del cristianismo, porque esa bondad natural que tienen se vería potenciada enormemente si estuviesen dentro del cristianismo…? ¿No es que no pueda ser buena una persona fuera del cristianismo, sino que el cristianismo puede potenciar más esos valores y esas potencialidades…?

- ¿De una veintena de grandes metafísicas religiosas y filosóficas, de una veintena de grandes religiones, por tanto, con diferencias en dogmas, fundamentos, enunciados, morales, etc., no pueden ser todas las tradiciones religiosas verdaderas, o no pueden serlo en plenitud, o unas serán más que otras, aunque todas tengan verdades…?

¿La tolerancia y el respeto hacia otras tradiciones religiosas, no impide, que una persona se pregunte, si todas las tradiciones religiosas o metafísicas pueden ser verdaderas, sino que posiblemente, unas sean más que otras, y alguna más que todas las demás, aunque se respete a todas las personas, de cualquier tradición religiosa o espiritual…? ¿Porque en cualquier tema que la ciencia aborde, pueden existir varias explicaciones, pero una es la más verdadera, aunque todavía no se haya demostrado…?

- No se puede obligar a nadie, a que tenga que aceptar por la fuerza, sea de la fuerza social o por otros medios, los medios de comunicación o el poder del Estado, o de la educación, o por todo a la vez, que tenga que aceptar una tradición religiosa…?

Toda tradición religiosa tiene el derecho de expresar su fe y sus fundamentos, de predicar y de enseñarlo, pero no de obligar a nadie a que tenga que creer en ella, tener que aceptar sus principios…

El de Portoplano que había intentado toda su vida caminar en realidad, es decir, en verdad y bondad, el de Portoplano que creía que había aportado algo de nuevas verdades al mundo. Sabía, que su destino eran que esos conceptos sería el olvido…

Sermones II de Juan de Portoplano