viernes. 19.04.2024

Sobre el odio. Carta abierta al Sr. Alfonso Santamaría.

Sr. Santamaría, le seré sincero, el viernes cuando me desayuné sus declaraciones monté en cólera, si en ese momento me hubiera puesto a teclear solo se me habrían ocurrido una sarta de improperios que hubieran descalificado por sí mismo mi escrito. 

Sr. Santamaría, le seré sincero, el viernes cuando me desayuné sus declaraciones monté en cólera, si en ese momento me hubiera puesto a teclear solo se me habrían ocurrido una sarta de improperios que hubieran descalificado por sí mismo mi escrito. Decidí en cambio intentar sosegarme, intentar entender un contexto de sus declaraciones, pensar, quizá de forma ingenua, que su desconocimiento del sistema sanitario le habían llevado a realizar unos comentarios de los que más tarde se arrepentiría.

No tengo el placer de conocerle de forma personal, no sé de su trayectoria ni de su cercanía a nuestra sanidad y a nuestro hospital, en caso de que sea estrecha me parecería aún más grave lo que ha dicho. Como imagino que este desconocimiento es recíproco, le diré a grandes rasgos, que mi perfil es el de un enfermero migrante. Y es quizá por este segundo adjetivo que sus declaraciones me han sido especialmente dolorosas. Puede molestar que alguien de su partido insinúe siquiera referirse a la sanidad, esa que ustedes mismos han desmantelado con sus políticas de austericidio, esas políticas por las que muchos de mis compañeros y compañeras han tenido que emigrar y que han provocado sufrimiento a tanta gente.

Pero lo más grave, doliente y vergonzoso de sus declaraciones es el odio al otro que encierran. Palabras que transportan a tiempos pasados que por desgracia tenemos tan presentes. Ese “nosotros primero”, culpar al migrante de la saturación de nuestra sanidad, más que desmentida por estudios científicos alejados de la charlatanería a la que ustedes acostumbran (1). Sinceramente, Sr. Santamaría, creo que a usted el estado de las urgencias de nuestro pueblo le importan un pimiento, la intencionalidad de sus declaraciones era otra, una intencionalidad que ha sido argumentario soterrado en su partido, no es otro que hacer que pongamos el punto de mira en el de al lado, para desviarlo de quién está causándonos tanto sufrimiento. Que veamos a la personas inmigrantes como el enemigo, el contrario, qué tengamos miedo hacia ellas, que sus costumbres o religión nos causen repulsa.

Este tipo de argumentaciones xenófobas, en las que usted parece sentirse tan cómodo, entraña el peligro de alimentar el odio cuando se pronuncia en determinadas bocas, es por esto que a mi juicio no pueden permitirse en un representante público. Le ruego Sr. Santamaría que recapacite, y que haga gala de un mínimo de integridad apartándose de la política local ya que sus palabras le incapacitan para representan ni siquiera a una parte de los valdepeñeros y valdepeñeras.

1) Gac Sanit 2015;29:15-20 - Vol. 29 Num.1 DOI: 10.1016/j.gaceta.2014.07.007

Sobre el odio. Carta abierta al Sr. Alfonso Santamaría.