martes. 23.04.2024

El hedor de la ciénaga

¡Qué nooo!. Que no es el caso Cifuentes. Que es la corrupción que ha llegado a la descomposición final. ¡Qué nooo! Qué no culpen del lodazal nauseabundo a Cristina Cifuentes. El ensañamiento a que está siendo sometida es parte de la misma inmundicia. Sacar ahora un video cogiendo un bote de crema de un supermercado es de una indecencia insuperable. Coger un bote de crema sin pagar, está muy feo, horrible. Pero es mucho más despreciable, ordenar espiarla, guardar la grabación, y siete años después sacarla a los medios en un momento en que interesa acorralarla. ¿Cuántas grabaciones más habrá guardadas para lanzarse basura unos a otros?

Mariano Rajoy ha soportado el mal olor, hasta el final. Han provocado que se vaya pisándole el cuello, hasta que no aguante más. ¡No hay derecho! Por muy delincuente que sea una persona, se merece un respeto. Este caso es el reflejo evidente de una trama mafiosa organizada en Madrid, desde el “Tamayazo”. Echar a Cristina Cifuentes, es necesario pero no es suficiente; hay que echar al PP.

La situación del PP es insoportable. Están los casos Lezo, Gürtel, Púnica, Canal de Isabel II, venta de pisos sociales a fondos buitres, la ciudad de la Justicia, redes mafiosas en la Universidad. La misma Cifuentes tiene presuntas implicaciones en varios de estos casos; la misma Cifuentes ha hundido con su actitud el prestigio de la Universidad Pública. La gestión, por su parte y por la de sus responsables, políticos y periodistas, por acción y por omisión, no ha podido ser más nefasta.

¡Ah! Pero he aquí que ha estallado el caso más grave: “El robo de un bote de crema de 40 euros hace siete años”. Vergüenza les tenía que dar. Y Rajoy diciendo: “somos un partido serio, que sabe gobernar, que sabe tomar decisiones” ¿Y Albert Rivera qué? ¿Regenerando la vida política? No se lo cree ni él. La corrupción le importa un pimiento. Solo le importa su estrategia y sus intereses. Con su actitud, Ciudadanos se está inmolando en la ciénaga del PP. Va a dar por bueno a un sustituto de Cifuentes, elegido de entre los que hace unos días la aplaudían acaloradamente. No Sr. Rivera: el peligro no es permitir que gobierne la “izquierda radical” (Ángel Gabilondo), el peligro es que siga gobernando ni un día más una trama mafiosa.

El hedor de la ciénaga