jueves. 25.04.2024

Peras y manzanas

Pablo Casado confunde indecente y golpista, confunde verdad y mentira, confunde “peras y manzanas”. Así no se puede hacer oposición. Las encuestas lo van a castigar. Toda la culpa no es suya. Él es rehén de sus antecesores; él continúa la forma de hacer oposición heredada de Aznar y Rajoy. Pero… ¡hombre! Ya es mayorcito, y se le supone la inteligencia suficiente para saber lo que no está bien; lo que no le va a favorecer, ni a su partido, ni a la política en general.

Pablo Casado como persona joven y recién llegada, a donde ha llegado, tiene la obligación, la necesidad, de liberarse de ciertas inercias improcedentes. No le va a ser fácil porque están muy arraigadas. Inercias que en ocasiones se creyeron provechosas, pero que algunos advertíamos, desde hace tiempo, que eran estrategias inconvenientes. La idea introducida por Aznar de que todo entraba en la agenda de opositor, dé o no dé resultado electoral, no es una actitud aconsejable. El tiempo termina desgastando el método, porque produce crispación y se presta a pasarse de rosca, se presta a cansar al público; produce rechazo.

Otra cuestión que al Partido Popular le ha llevado a diseñar cierta forma de hacer oposición, ha sido, sencilla y llanamente que no saben perder. Que se consideran los únicos legítimos para ostentar el poder. Que son los únicos que saben gobernar. Que si gobierna “otra gente” es el gran desastre para España. Que los demás eran los corruptos; que ellos eran un partido honrado. Que el PSOE nunca ha hecho nada bueno por España; que cuando han gobernado ha sido la ruina. Que cuando pierden el poder siempre le han encontrado alguna ilegitimidad al ganador. ¡Maaalo!

¿No será que en el fondo tienen miedo de que, en algunos aspectos acierte el nuevo Gobierno? Es un juicio de valor, que no tiene más crédito que ser una opinión. Rajoy le espetó a Zapatero, que “traicionaba a los muertos”. La misma línea de Casado cuando culpa a Sánchez de “golpista”. Pienso que Rajoy tuvo miedo de que Zapatero se llevara la medalla de acabar con ETA. ¿No será que el PP actual tiene miedo de que cambiando su propia política, a todas luces fracasada, el Gobierno de Pedro Sánchez, logre acabar o paliar, al menos, el conflicto catalán? Pablo Casado debería tener más altura de miras. Esta no es la derecha que España necesita.

Julio García-Casarrubios Sainz

http://juliocasarrubios.blogspot.com

Peras y manzanas