viernes. 19.04.2024

Preguntas sin respuesta

Oímos la rueda de prensa de Mariano Rajoy al día siguiente de las elecciones autonómicas en Cataluña, y quien no conozca el percal, puede pensar que ya está todo arreglado. El PP de Rajoy lo ha hecho todo tan estupendamente bien que puede erigirse en el gran salvador. Pues va a ser que no. Todo ha vuelto al mismo punto en el que estaba. No. Peor; porque, o elegimos el camino de la solución, o cada vez se enquistará más. Y ¿qué va a hacer ahora el presidente del Gobierno de España? Ni lo sabe, ni se sabe, ni se le espera. Lo más probable es que aguante a que escampe. Lo más probable es que espere a que los demás muevan ficha, y a continuación volverse a presentar como el salvador. Y así vamos; día a día, va sobreviviendo, él. Pero, ¿y los demás? Pero, ¿de qué manera? ¿A donde vamos? ¿Cómo acabará?

Me dirijo a Mariano Rajoy, no porque le tenga manía; no. Me dirijo a él porque es el máximo y último responsable de todo lo que acontece en España. ¿O no? A Rajoy le falta, igual que a los demás líderes, pero a él con mayor motivo: Hacerse una serie de preguntas que no puede, que no podemos, eludir.

¿Por qué desde el año 2010, el independentismo ha pasado de un 17 % a un 48 %? Tiene que preguntárselo y contestar. ¿Por qué a pesar de aplicar el 155 y cumplir con la Ley, la situación en Cataluña sigue igual? A lo mejor es que, además de “defender la unidad de España” tuvo que hacer algo más. A lo mejor tuvo que explicar que llenando los balcones de banderas de España no se arreglaba, se alimentaba, el problema. Tiene que preguntárselo y contestar. ¿Qué ha hecho el PP para quedase en el Parlament con cuatro diputados, un 4,23 %?

Y los demás también tienen que hacerse preguntas. Se tienen que preguntar: ¿Hemos enfocado bien nuestro legítimo deseo de independencia? ¿Contamos con apoyos suficientes para meternos en este berenjenal? ¿Les hemos dicho la verdad, y toda la verdad, a nuestros votantes? ¿Hemos medido bien las consecuencias de lo que le puede pasar a nuestro pueblo? ¿Qué hemos hecho para estar, unos huidos, y otros en la cárcel? ¿Qué hemos hecho con el prestigio que tenía Cataluña en España y en el mundo entero? ¿Debemos votar a políticos que solo saben envolverse en nacionalismos, para sustituir las necesidades por sentimientos fundamentalistas?

 

Preguntas sin respuesta