Ordenaré las opciones de menor a mayor empatía, -en su sentido más aristotélico, como un sentimiento cognitivo y de participación afectiva-; siempre desde mi opinión, que no tiene más valor que eso, que es mi opinión, es mi sentir.
En el abanico de opciones que se me muestran, el más distante es el Partido Popular, y no es porque sea de derechas, o conservador, -que es muy legítimo-, es porque toda su política está basada en la corrupción y en la mentira. Dice que debe gobernar la lista más votada y, donde surge no apoya la lista más votada. Dice que es un partido liberal, y cuando gobierna, todo lo interviene, interviene la televisión, interviene la Justicia. Dice que es un partido demócrata cristiano, y pone en marcha políticas que destroza las clases trabajadoras, favoreciendo a las más altas y creando la mayor de las desigualdades. Dice que la corrupción ha sido solamente de cuatro golfos. Y no. Ha sido una corrupción organizada desde todos los ámbitos del partido.
No puedo acercarme a Ciudadanos, porque me desconcierta; dice que va a trabajar porque la cosas cambien y, en economía, hace propuestas igualitas, igualitas, que las puestas en marcha por el PP, -huye, huye-; dice que es un partido de centro, y todo parece indicar que sus orígenes están más cercanos a la extrema derecha. El mensaje de Podemos es el que siento más próximo, pero ha perdido la frescura con la que empezó; el espíritu del 15-M ha quedado aparcado. Se ha equivocado en hacernos ver que PP y PSOE es la misma cosa; se arrepentirá. No veo su futuro como responsable de un Gobierno. ¿Y, IU? Es una verdadera pena. Desde que el Sr. Anguita hizo la pinza con el PP, destrozó el partido, y aún no ha levantado cabeza.
Mi opción: el PSOE. ¿Por qué? Un partido, con sus aciertos y sus errores, pero con más de 130 años de historia socialista, y que se ha destacado siempre por una clara línea socialdemócrata, -lo mío-. Siempre que ha gobernado, ha conseguido unos niveles de bienestar social, y derechos sociales, como nunca habíamos conocido en nuestra historia. Hasta en Europa, cuando la socialdemocracia gobierna, se impone solidaridad y cohesión, y con las derechas austericidio y desigualdad.
Julio García-Casarrubios Sainz
http://juliocasarrubios.blogspot.com