viernes. 19.04.2024

Vuelve el Aznarismo

No lo sabemos. Todo está por ver. La llegada de Pablo Casado supone un aliento de esperanza para los seguidores del PP, y una incógnita de enormes dimensiones para todos los españoles. Todo parece indicar que con el resultado de estas primarias se ha puesto un punto y final al marianismo. Tampoco es seguro. Está por ver. El marianismo se ha fundamentado en dos grandes pilares: el inmovilismo que le ha llevado a esperar que el tiempo lo arregle todo, y la deslegitimación del adversario aunque para ello tuviera que mentir hasta la indecencia.

El alargado marianismo ha evitado por todos los medios el debate ideológico. Quizá porque en su fuero interno pensaban que no les interesaba. Han ocultado siempre los verdaderos motivos que le impulsaban a llevar a cabo sus políticas. A los españoles, y a la democracia, no nos ha venido bien esa estrategia, pero al interés de permanecer en el poder le ha venido de perlas. Pero todo llega a su fin.

O no. ¿Tendrá Pablo Casado la tentación de insistir, en todo o en parte, en esas estrategias. ¿Habrá pasado a la historia lo de que el 11-M fue obra de ETA para desalojar al PP del gobierno? ¿O que Zapatero traiciona a los muertos? ¿O aquello de que el PP es el único capaz de sacar de la ruina que los socialistas dejan a España siempre que gobiernan? ¿O de que no es una trama del PP, sino una trama contra el PP? ¿O de que Pedro Sánchez ha robado el gobierno por la puerta de atrás? Si Pablo Casado sigue utilizando esa estrategia es que el marianismo no ha muerto.

¿Recuperará el aznarismo en toda su esencia? No lo creo. Sería suicida, aunque pueda ser alimento para sus seguidores. No lo sé. Hay que esperar. De todas formas, por mucho que yo esté distanciado de su ideología, prefiero el debate. Cuánto me gustaría que todos abandonen esas estrategias encaminadas a deslegitimar y desprestigiar al adversario, y se introduzca en la lucha legítima la confrontación de la socialdemocracia y el liberalismo conservador. ¡Ojalá!

Vuelve el Aznarismo