lunes. 29.04.2024

El puñetazo en la cara

Muda. Muda se ha quedado mi prima la de Sydney ante las imágenes de la agresión a Rajoy en Pontevedra. No entiende como un niñato de 17 años puede acumular tanto odio y tanta violencia. No entiende como alguien tan joven y en estos tiempos no utiliza la palabra si no los puños. Y os digo la verdad: yo tampoco.

Rajoy junto a Ana Pastor y Alberto Núñez Feijoo saluda a un viandante durante el recorrido que ha hecho hoy por las calles de Pontevedra, antes de la agresión.
Rajoy junto a Ana Pastor y Alberto Núñez Feijoo saluda a un viandante durante el recorrido que hizo por las calles de Pontevedra, después de la agresión.

Muda. Muda se ha quedado mi prima la de Sydney ante las imágenes de la agresión a Rajoy en Pontevedra. No entiende como un niñato de 17 años puede acumular tanto odio y tanta violencia. No entiende como alguien tan joven y en estos tiempos no utiliza la palabra si no los puños. Y os digo la verdad: yo tampoco.

Uno puede discrepar de otra persona, puede no pensar igual (esencia de la libertad) pero la violencia ¡ni verbal! Porque tampoco entiendo la agresividad, el odio en la mirada, la tensión acumulada en el mentón de Pedro Sánchez en el famoso debate. No, no y no.

España vive momentos cruciales, delicados. Después de una brutal crisis necesitamos tranquilidad, estabilidad, calma para alcanzar la plena recuperación. Ya hemos visto a donde lleva la crispación, las movilizaciones sin sentido, las huelgas salvajes…:A Grecia directamente, a la intervención exterior, a la bajada de las pensiones y la subida de los impuestos. No. Calma, calma.

Estoy siguiendo atentamente la campaña electoral y veo algo que no me gusta: todos contra el Gobierno, todos contra el Partido Popular y propuestas pocas. Y eso no es bueno: no se puede aspirar a gobernar una Nación “en contra de “ si no “a favor de”. Los españoles no nos merecemos unos partidos que no hablan de su programa y que se limitan a hacer causa común contra algo o alguien. Basta ya de tomarnos el pelo señores, digan la verdad, cuenten sus verdaderos intereses y déjense de milongas. Pedro Sánchez a salvar lo trastos porque ve que si pierde le ponen en la puerta y a buscarse la vida; Rivera (que está encantado de haberse conocido) es un experimento que ni él mismo sabe muy bien de que va; y Pablo Iglesias aspira a convertir a esta antigua Nación en una república bananera al son del merengue. Poco futuro veo yo a España con esos planteamientos. Y todos juntos contra la recuperación económica, contra la realidad y la creación de empleo. Yo lo tengo claro, dice mi prima, cada día pienso más como Bertín Osborne.

Que le hayan dado un puñetazo en la cara al Presidente del Gobierno es una anécdota. El problema profundo, el fondo, está en la crisis de valores que vivimos. Menos Sálvame de Luxe, menos Hombres y mujeres y viceversa y más aulas, más estudio, más formación. Más transmitir la cultura del esfuerzo y el trabajo y menos convencer a los jóvenes de que todo es gratis, de que el mundo es una película y de que derechos todos y obligaciones ninguna.

No sé qué pasará el domingo pero espero que los españoles sepamos reconocer el esfuerzo realizado en estos cuatro años y no tiremos por la borda los sacrificios que hemos realizado. Sería terrible para todos. Estamos en ese punto de que o damos el salto y cruzamos el precipicio o nos caemos en él. Y el tortazo puede ser brutal, muchos más duro que el puñetazo recibido por Rajoy.

Pensemos, seamos sensatos y votemos en consecuencia.

El puñetazo en la cara