lunes. 29.04.2024

El zoco de los mercaderes

Me manda un mail mi prima la de Sydney. No sale de su asombro ante el bochornoso espectáculo que se está produciendo en el Congreso de los Diputados. Y sinceramente yo tampoco. Los partidos de la izquierda más radical, esos que venían a limpiar el panorama político español, los que se decían llamados a abrir ventanas y levantar alfombras andan estos días enzarzados en un toma y daca de diputados y senadores en complicidad con un PSOE al que ni los suyos reconocen. 

Congreso de los Diputados

Me manda un mail mi prima la de Sydney. No sale de su asombro ante el bochornoso espectáculo que se está produciendo en el Congreso de los Diputados. Y sinceramente yo tampoco. Los partidos de la izquierda más radical, esos que venían a limpiar el panorama político español, los que se decían llamados a abrir ventanas y levantar alfombras andan estos días enzarzados en un toma y daca de diputados y senadores en complicidad con un PSOE al que ni los suyos reconocen. Te doy, te presto, me uno un rato y luego me separo, te amo pero solo en público…y todo para conseguir formar grupos y grupitos parlamentarios que les permitan cobrar millones de euros de nuestros bolsillos. Lo que dice mi prima: los mercaderes han tomado el templo de la democracia haciendo un símil bíblico.

Pedro Sánchez se ha empeñado en ser Presidente del Gobierno le cueste lo que le cueste y va pidiendo favores de despacho en despacho: tú te abstienes y te doy un senador, tú me votas y te doy tres, tú únete con los antiguos etarras que yo te bendigo con un carguillo cuando mande…Bochornoso, vergonzoso. Los perdedores de las elecciones se están portando como niños en el recreo cambiando cromos. Desprecio absoluto a los más de siete millones de españoles que votaron al Partido Popular, desprecio absoluto a Ciudadanos, desprecio absoluto al Reglamento del Congreso, desprecio absoluto a las leyes y usos de la Democracia.

Os habéis retratado bien, pero que muy bien: España, los españoles, os importamos un pepino, solo buscáis el poder, el sillón, el dinero. No puedo entenderlo de otra manera. Engaños a los electores: resulta que Podemos no es un partido es un coctel de marisco del que ya se están desmarcando unos cuantos, resulta que los socialistas de Pedro Sánchez están dispuestos a hacerse el arakiri con tal de que su señorito sea jefe, resulta que IU no hace ascos a unirse a los herederos de ETA con tal de trincar subvención…Resulta que se están riendo en nuestras narices como si fuésemos tontos.

Ganas me están entrando de irme a la puerta del Congreso y encadenarme a los leones exigiendo que se respete mi dignidad de ciudadano, la dignidad de España como Nación y el respeto a las reglas del juego. Se les llena la boca con eso de que los votantes han pedido cambio, que han optado por el cambio ¿pero qué cambio? ¿El de cromos en el hemiciclo? ¡Como echo de menos a los políticos que ocuparon esos escaños en la Transición! Y no solo en la Transición sino a los que les siguieron y tuvieron sentido de Estado, algo tan sencillo como eso.

¿No va a haber nadie capaz de poner a Pedro Sánchez en su sitio? ¿Nadie en el PSOE va a tener lo que hay que tener para decirle cuatro verdades? Porque al final está siendo él el que está armando todo este galimatías, es el monaguillo que mueve el incensario a todos los que en cuanto puedan se van a comer a su partido. Y él sigue en sus trece y encantado de haberse conocido.

Lo dicho, los mercaderes se ha adueñado del hemiciclo, de la Soberanía Nacional. Lo de menos fue el numerito que montaron en sus tomas de posesión con niño de teta incluido. Lo peor es el lamentable espectáculo que estamos dando ante el mundo y ante nosotros mismos. Están borrando la dignidad del Diccionario de la Lengua. Y están consiguiendo que los españoles miremos a la Política con asco, con ganas de vomitar cuando es la más noble de las ocupaciones que el ser humano puede tener: la búsqueda del bien común. Claro que visto lo visto estos nuevos políticos lo que están buscando son aquellos duros antiguos que aparecieron en la playa de Cádiz como cantaba la chirigota.

El zoco de los mercaderes