martes. 16.04.2024

"Leer"

“Leer” deriva del latín “legere”, con la desaparición prevista por las normas fonéticas de la oclusiva velar sonora, con el significado activo ( y de sentido dinámico y hasta agresivo ) de coger, recoger (recolección), llevarse, robar y, naturalmente, leer. 

“Leer” deriva del latín “legere”, con la desaparición prevista por las normas fonéticas de la oclusiva velar sonora, con el significado activo ( y de sentido dinámico y hasta agresivo ) de coger, recoger (recolección), llevarse, robar y, naturalmente, leer. Incluso el vasco utiliza la misma metáfora de recolección, utilizando para “leer” el encantador vocablo poético de “irakurri” (desgranar), como si las letras que componen una palabra escrita fuesen los granos de una espiga ( granos como runas germánicas ). Esto es, leer es un acto casi agresivo, dinámico y, desde luego, en el que el alma del lector se debe comprometer tanto para otorgar su aquiescencia como para expresar su desacuerdo, sus invectivas o diatribas contra el texto. El lector verídico no es jamás pasivo. Viene este prologuillo a cuenta de la presentación del libro sobre la popular Cristina Cifuentes, del murciano Alfonso Merlos, en Valdepeñas. “Cristina Cifuentes sin ataduras”, libro que tiene las resonancias de la inolvidable Carmen Martín Gaite – no sé si por casualidad o con propósito -. A mí la literatura política de los murcianos me da mucho respeto desde que trabajé la obra del gran Diego de Saavedra Fajardo. El acto estuvo organizado por AFAMMER, y contó con la presencia de su Presidenta, la siempre dinámica y generosa diputada popular Carmen Quintanilla, así como de la indesmayable presidenta local, Ramona Martín, perorante siempre llena de sentido común y aguda inteligencia.

Texto comprometido políticamente, con desvelamientos muy poco conocidos, exige una toma de postura clara por parte del lector, a favor o en contra. Conformidad activa o réplica fulminante. En este libro, que ya va por la 3ª edición, no hay tibieza, ni se puede responder con blandicia. La presentación del libro le dio pie a Merlos a pergeñar un cuadro realista de la realidad política, tenebregosa, de España; sobre todo de la realidad política del PP y sus distintas familias ( liberales, demócrata-cristianos, etc. ), pilotados por las personalidades más singulares del Partido que desde sus amuras llevan siempre abiertas las troneras. El joven periodista, nacido ya en Democracia, aboga por un esfuerzo de integración en el PP de todas las corrientes de centro-derecha, una integración generosa que sin secluir a nadie hubiera hecho imposible la aparición de VOX ( que sólo ha servido para que Esperanza Aguirre no sea la alcaldesa de Madrid ) o de Ciudadanos ( que hizo imposible un gobierno del PP con clara mayoría absoluta ). Según el olfato joven, pero penetrante, de Merlos se otea en un horizonte con roladas intempestivas otro gallego como piloto de la nave del Estado español, que intentará abarloarse, en medio de procelas, con otros buques de Europa que intentan orzar con poco viento en sus gavias y juanetes para tomar un rumbo lleno de incertidumbres. Y es que cada vez será más difícil abarloarse entre balandras, bergantines, cruceros, destructores, portaviones, gabarras, goletas y escampavías.  También del flagrante y luctuoso caso de Rita Barberá se habló. La derecha siempre ha cuidado a sus mártires, víctimas de la calumnia despiadada y fanática, mucho peor que la izquierda, experta en hagiografías épicas más germánicas que latinas. Ni Bernardo de Balbuena ni Joanot Martorell sirven para esta épica desaforada, de pura fantasía. Al fin y al cabo si la épica desde Ennio ha sido la gran generadora de palabras nuevas ( omnipotente, omnímodo, etc. ), muchas de ellas capturadas por la Iglesia, que en ella se inventen mundos paralelos, sobre todo si es germánica, no tiene nada de particular.

La sempiterna generosidad de Carmen Quintanilla, una de las mejores  y más penetrantes lideresas en Castilla-La Mancha, nos llevó a tomar unos vinos en uno de los más emblemáticos restaurantes de Valdepeñas, pero en donde los mamparos oyen, como en todos los demás. Quería ser una buena anfitriona con el joven periodista de la ciudad de Salzillo – siempre lo es con todo el mundo-, y a cambio de ello Alfonso nos regaló sus análisis políticos de último momento, las anécdotas más sabrosas de la Corte, y una elegante sencillez de hombre educado e inteligente que se adivinaba cuando escanciaba el vino. Que hoy más que nunca España necesita al PP se colegía de todas las cosas que nos contaba como conclusión animosa al trabajo político como forma excelsa de patriotismo. Yo añadiría que ese PP no se puede seguir reblandeciendo hasta acabar siendo un aledaño o adlátere tímido de la socialdemocracia, porque entonces ya no serviría el PP tampoco para atravesar con éxito, sin despedazarnos en mil pecios, la galerna venidera.

Por lo demás, el acto sirvió para juntar a alcaldes y concejales peperos de la zona, como los de Moral de Calatrava, Santa Cruz de Mudela, Villanueva de Los Infantes, Villamanrique, Fuenllana y, naturalmente, los concejales de la Ciudad del Vino. Y lo que es más importante, para subrayar las serias razones que tiene aún la causa liberal, sensu lato.

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