lunes. 13.05.2024
OPINIóN

El 15M y la situación política actual

Hace cuatro años, estábamos en plena época de exámenes cuando estalló el 15M, un movimiento que pedía cosas como democracia participativa, decencia política, soluciones al paro juvenil, derecho a una pensión y a una vivienda dignas o fiscalización ciudadana de los bancos.

Acampada Sol

En mi piso de estudiantes, donde convivíamos tres compañeros de ideologías diversas, coincidíamos en que las demandas eran transversales, de sentido común y no se podían catalogar como de izquierdas o de derechas, sino de que reflejaban en un alto porcentaje el pensamiento de la mayoría de españoles. ¿Quién no estaría de acuerdo en más democracia?

Días después, en las elecciones, el PP arrasó y pasados los años, el PSOE y el PP (sobre todo éste último) han agravado sus casos de corrupción y han intentado con todas sus fuerzas hacer oídos sordos a casi todas esas demandas que gran parte de la ciudadanía pide a gritos.

En estas, apareció un nuevo actor en política: Podemos. Un partido que hace cosas tan 'radicales' como primarias abiertas para elegir a sus cargos y candidatos, financiarse con lo que la gente le presta a través de microcréditos sin pedirle un euro a los bancos y someter las decisiones importantes y el programa electoral a votación. También se vota el destino del sobrante de los sueldos de los cargos públicos del partido, rebajados a tres salarios mínimos por iniciativa propia.

Ahora vemos que para abstenerse y permitir la investidura de un gobierno socialista en Andalucía, Podemos exige tres medidas de coste cero: que se vayan los corruptos, que se retiren las cuentas bancarias y convenios que haya con entidades financieras que desahucian a ciudadanos de su vivienda habitual, y que se reduzcan los altos cargos para reponer personal interino despedido en educación y sanidad. 

Después del terremoto que supuso Podemos, llegó a escena Ciudadanos: un partido 'nuevo' con ocho años de vida que se sitúa en el 'centro', pero que centra sus propuestas en que todo cambie para que siga siendo igual. Todo ello con estilo 'cool'.

El 'nuevo' partido propone subir el IVA a los alimentos y bienes más necesarios (que están muy baratos), limitación del derecho a la huelga, una compensación salarial que pagará el Estado a quien su empresario no remunere bien y limitar el número de habitantes por casa (estoy convencido de que es una de las mayores preocupaciones de los españoles). 

Para más inri, se han apresurado a decir que en materia de pactos van a tratar a todos por igual, no vaya a asustarse alguien. 

Con mucho sentido común, porque es obvio que es lo mismo el PP, que nada el corrupción y lleva treinta años financiándose ilegalmente, que cualquier otro partido. Siempre, eso sí, que hagan primarias a partir de ahora, que hay que tener alguna coartada. Sentido común, decía. 

A lo mejor habría que decirle al Sr. Rivera que no nos hemos caído de un guindo. No sé si piensa que por lanzar un discurso ambiguo contra los corruptos sin señalarlos y disfrazándolo de regeneración me va a hacer votar a C's mientras lanza como propuestas un tipo de medidas que parece que se las ha soplado Aznar al oído.

Creo que no se ha enterado bien de qué estamos hartos los españoles, sobre todo los más jóvenes. No le he oído centrar su discurso en materia de desahucios, ni censurar la Ley Mordaza o las tasas judiciales, ni hablar de fiscalizar a los bancos rescatados con nuestro dinero, ni por supuesto hablar de democracia participativa.

¿En serio cree que les voy a prestar mi voto para que luego se lo regalen a los que implantan el copago sanitario, cierran plantas de hospitales o suben las tasas universitarias?

Si algo consiguió el 15M es que la ciudadanía despertara, y creo que debemos mantener ese espíritu estando alerta y pensando bien si esas medidas que reclamábamos hace cuatro años, las refleja algún partido o las hemos olvidado para dejarnos engañar por el primero que pase por nuestra puerta disfrazado de regeneración democrática.

 En mi opinión, los dos partidos tradicionales siguen encadenados a unas estructuras viejas y obsoletas y Ciudadanos sólo responde a una estrategia de las élites para que el cambio político se reduzca a un cambio de caras sin reformar la raíz del sistema, mientras que Podemos representa claramente esas reivindicaciones del movimiento asambleario: ciudadanía empoderada para devolver las instituciones a su verdadero dueño: la propia ciudadanía.

El 15M y la situación política actual