jueves. 02.05.2024
OPINIÓN

Choque de Trenes

La inauguración del tramo de AVE, de Barcelona a Figueres, ha sido un auténtico choque de trenes. Y no nos referimos al choque físico de un tren contra otro. Es una metáfora. Aquí el choque se produce entre dos nacionalismos excluyentes. En este preciso instante estamos de parte de Rajoy. Estamos mucho más próximos al discurso y a la posición política del presidente del Gobierno, que del discurso y de los posicionamientos del molt honorable president de la Generalitat Catalana, esta vez muy poco molt honorable.

Mariano Rajoy está tomando la posición de un hombre de Estado. Perfecto. Esperamos que se mantenga y no empiece a darles todo lo que pidan como hizo José María Aznar.

El problema es que tiene muy difícil su credibilidad de hombre de Estado, y sobre todo ante los catalanes, después de haberse distinguido permanentemente por los mensajes anticatalanistas de los que siempre ha hecho gala. No se puede estar a favor de los intereses de España, solo cuando se es el responsable directo, cuando se es presidente del Gobierno. No. Hay que serlo siempre. Hasta cuando se está en la oposición. No se puede jugar a defensor del españolismo para ganar votos en campaña electoral, y luego pretender demostrar a los catalanes que se están equivocando. No se lo creen. No tiene la fuerza necesaria.

Y ¿qué decir de Artur Más? Un político fracasado, un político que ha estado viviendo y justificando sus políticas de recortes por la herencia recibida. Después de dos años de gobierno, no se podía aguantar más ese discurso. Ya la sociedad catalana se estaba dando cuenta de había sido error tras error, de que la economía catalana iba de mal en peor, la mayor deuda, el mayor déficit y la supresión del bienestar social.

Había que salir de ese atolladero.

¿Cómo? Había dos caminos, reconocer su fracaso y retirarse de la vida pública, o, inventarse otro mensaje falso. Está claro que ha optado por lo segundo. “Estamos mal porque los españoles nos están robando. Somos los que más pagamos y los que menos nos beneficiamos” “Los problemas se solucionan separándonos de España” ¡Ahí queda eso! Se ha quedado descansando. Es el nacionalismo en su más pura esencia, enfrentándose al nacionalismo españolista.

Este es el choque de trenes. ¿Esta es la manera de arreglar los problemas de los ciudadanos?. Ahora se ha metido en un callejón sin salida. Veremos en qué acaba. Rajoy esperará a que el problema se apague con el tiempo, y Artur Más tendrá que recoger velas en algún momento. Mientras tanto se ha alimentado, más aún, la fobia de catalanes contra españoles, y de españoles contra catalanes. Es la quiebra del Estado. Es la incapacidad absoluta de dialogar y consensuar. Es la negación a hacer frente a los problemas de los ciudadanos.

Choque que se produce, precisamente cuando más falta hace la diplomacia, el diálogo y el consenso.

 

 

Choque de Trenes