La política como la hemos estado percibiendo, sabemos que genera clientelismo e intereses que solo se podrían contrarrestar evitando eternizar los cargos públicos. En Valdepeñas tenemos ejemplos abundantes al respecto, tanto en partidos de la clase política, como en alternativas poco claras.
Parece lamentable que desde algunos partidos nacionales se traten de imponer estrategias a nivel local por encima del criterio de partidos asentados en el municipio, mas sensibles en la medida del “pulso” de los ciudadanos y por lo tanto conectados con su realidad con propuestas “anti-natura” con tal de salvaguardar sus intereses de “clase” .
La irrupción en las recientes elecciones europeas del movimiento “Podemos” tiene muchas lecturas, pero una de ellas que generalmente toda la sociedad admite, expresa el cansancio de una gran parte del electorado por unos “ políticos” que no representan especialmente a los ciudadanos mas sensibles a los efectos de la crisis.
Si la opinión – ciertamente crítica - de este ciudadano fuera mas compartida, evitaríamos que las alternativas “no cayeran en el mismo defecto perpetuado desde la transición”, convirtiendo la política como fuente de oportunidades económicas ante la crisis, con unos partidos en donde sus cuadros -predominantes de parados – se prestan a cualquier componenda con tal de conseguir unos “euros”...
También avispados empresarios pueden estar tentados de usar la política para medrar con ventaja en concesiones, entrando en el campo de las “comisiones” de la que tanto escuchamos hablar en Valdepeñas.
Hay que regular adecuadamente la financiación de los partidos para evitar que se produzcan casos escandalosos como los de FILESA, Banca Catalana, Mercasevilla, ERE andaluces, Gürtel, Pallerols, Palau, Campeón, ITV o tesorería del Partido Popular –de Rosendo Naseiro a Luis Bárcenas-. Pero igual hay que hacer con la financiación de los Ayuntamientos que impidan las manipulaciones de los planes de Urbanismo, a las que recurren los municipios para financiar la gestión de los servicios municipales y facilitar el lucro de ediles y partidos. ( José A. Yturriaga en Foro de la Sociedad Civil ).
Se hace necesario la incompatibilidad del ejercicio de la ostentación de un cargo político representativo con ser acreedor de la administración pública, para evitar se mantengan suspicacias de una sociedad muy cansada de casos como los recientes – a nivel nacional – que afectan desde a una Infanta de España a un Alcalde en la provincia de Toledo...
Somos un país con pobre experiencia democrática en España, con una de las mas bajas cifras de militantes que puedan pasar a ser “cantera” de cargos públicos, y cuando pasan a ejercer esa función quieren convertirse en “súper funcionarios” que en caso de los municipios bastaría en apoyarse y supervisar a los técnicos municipales, verdaderos profesionales del servicio del pueblo.
Con poca preparación, muchos cargos políticos una vez que se ven aupados en sus nuevos cargos, parece que no quieren mirar hacia sus pasados, ni siquiera recuperar sus antiguas profesiones (si las tenían, pues todos conocemos a políticos desde Concejales de Área e ediles en Ayuntamientos grandes o dirigentes sindicales que nunca han vivido de un puesto de trabajo ) , y por lo tanto se ha generado una clase de políticos que viven de y en la política, haciendo todo lo posible por mantenerse “apegados al sillón”, pasando de un cargo a otro como eslabones de esa cadena de fidelidades que les impide expresar con libertad lo que pueden hacer”.
Esta clase de “políticos siervos” que en 1993 también tratara J.R. Capella en su obra: Los ciudadanos siervos, que considera obvio que los políticos son mas siervos que los ciudadanos en general.
Que hablar del “clientelismo” cuando vemos el ejemplo de ex Presidentes y ex cargos públicos importantes “recompensados” por los servicios prestados, ahora sentados como consejeros de empresas públicas y bancos, como si la crisis económica actual no fuera cosa de ellos.
De cara a los próximos comicios municipales, tendremos que aprovechar mejor el carácter secreto de la votación, para escoger a los que mejor puedan ayudar a nuestro pueblo y especialmente a tanta víctima de esta extraordinaria crisis que tanto nos afecta.