El clima de incertidumbre y hartazgo que nos embarga, no nos permite hacer un pronóstico con garantías sobre la formación de un Gobierno Nacional al tercer intento. Los comentaristas se afanan por ser los primeros que acierten esta difícil quiniela, pero la sombra de la desconfianza y recelo hacia la “clase política” dejan “solos ante el peligro” a unos ciudadanos huérfanos.
¿Huérfanos de quien o de qué? Aquel 27 de septiembre de 1975 me encontraba estudiando en Kasell en la República Federal alemana, en su Universidad Popular. Fué cuando participé por primera vez en la movilización de una gran manifestación contra el Régimern de Franco que habia realizado sus últimas ejecuciones de los tristemente recordados por el proceso de Burgos. Me sentí huerfano político. Pero no fue la primera vez.
Retornado a España iniciamos un 1976 cargado de esperanzas con un idealismo que nos llevó a muchos a apoyar la Junta Democrática, madre propiciatoria de tantas ideas renovadoras, desgraciadamente ya Historia, cuando aquellos abogados sevillanos planearon un nuevo lider carismático, que llego a ganar el corazón de muchos españoles.
Época de Adolfo Suarez y la UCD, que aunque casi coincidió con el derrumbe del Telón de Acero, nos hacía entender que el “centrismo“ era una nueva estrategia del poder para perpetuarse, mientras en Europa nacían nuevas esperanzas. Le -condenabamos entonces- y ahora se le añora con homenajes diversos.
Lo que ha venido despues ya lo conocen muchas generaciones posteriores –mas próximas a la actualidad-: irrumpe una Constitución que ya no se respeta, la Monarquía pierde credibilidad, con los rifirrafes de D. Juan Carlos y un sistema de partidos enclaustrados en el fortalecimiento de una "casta política“ en el que todo vale “y tú mas“.
Cuando a raiz del 15 M se nos vende una nueva moto que traerá la justicia y el fín de tanta iniquidad. Pero quedamos huérfanos de nuevo con Bescansas, Echeniques, Pablitos, orgullosos exhibidores de su doble cara hipócrita.
¿Qué hacer? UPyD se desploma, la Colau y la Carmena no se llenan de gloria precisamente ni en Barcelona ni en el Madrid mantero, mientras que los madrileños seguimos recordando con nostalgia “al viejo profesor” Tierno Galván., y solo se salvan alcaldes que han sabido ponerse en el centro, por encima de banalidades retóricas ya increíbles de fachas y rojos, izquierdas y derechas.
En Valdepeñas a pesar de la crisis del sistema, y por encima de las terribles amenazas de perro flautas, frikis y porreros, seguimos apoyando –y con más votos– a nuestro veterano alcalde.
En “Solo ante el peligro” Will Kane (Gary Cooper) abandona una vida estable para llevarse de su amor por la justicia y su sentido del deber, enfrentándose al delincuente, ganándose el respeto y el apoyo popular…”
Que no nos defraude Rivera, y los avispados trepas que intentan llevarse su prestigio innovador en la nueva política con movimientos sospechosos, ya visibles en algunos pueblos, evite más “experimentos fallidos”.
¿Es que ya no puede quedar esperanza para España?
“Que los vivos, tan presentes en todo el espectro, sean combatidos por gentes auténticas que han sabido, sin clientelismos, crear unas vidas fructíferas y creativas, evitando nuevos candidatos que nunca han trabajado, viviendo del cuento en un país que tiene que cambiar o se romperá como quieren esos nacionalistas de cortijo…”