viernes. 26.04.2024

Inhabilitados

El buen político tiene que dar muestras de su intención de resolver los problemas con honestidad y con inteligencia. No es juego limpio presentarse muy seguro en lo que se tiene razón, marginando, olvidando los aspectos responsables de la situación. El buen político es el que afronta los problemas en su integridad, no solo en aquellos aspectos en los que se mueve con facilidad, y que le interesan.

El Gobierno de Mariano Rajoy tiene en sus manos un problema que afecta al equilibrio territorial. En este momento está haciendo lo que tiene que hacer; no puede permitir otra cosa, que cumplir la Ley frente a unos irresponsables que se mueven en el oscurantismo, para tapar sus vergüenzas, para salir del atolladero en el que se han sumergido. Pero… ¡cuidado que pueden ganar la batalla!

Rajoy oculta, olvida, nos esconde, que el Parlamento Catalán aprobó el Estatuto de Cataluña, cumpliendo todos los requisitos que establecía la Ley; que pasó a las Cortes Generales, donde fue debatido y aprobado; que se remitió a la Generalitat para que lo sometiera a referéndum. Referéndum que se celebró el 18 de junio de 2006. En Cataluña gobernaba Maragall, en España Zapatero, y Rajoy en la oposición.

En ese Estatuto no se mencionaba por ninguna parte la palabra independencia. El Partido Popular, por estrategia electoralista, inició una campaña contra Cataluña y contra el Estatuto aprobado, pidiendo firmas por toda España para su derogación y recurriéndolo al Constitucional. El Alto Tribunal -considero que se equivocó, quiso hacer política-, declaró inconstitucional algunos de sus artículos; artículos idénticos a los que, por cierto, figuran en otros estatutos de otras autonomías.

Esto hay que recordarlo, porque de aquellos polvos vienen estos lodos. Es un tema de legalidad, pero sobre todo es una cuestión política, creada por políticos, y que tienen que resolver los políticos. El gobierno Puigdemont está inhabilitado para gobernar la autonomía, porque han sido unos irresponsables. El Gobierno Rajoy, por su trayectoria, está inhabilitado para el diálogo, y sin diálogo este asunto irá a peor. Alguien que no esté inhabilitado debe tomar las riendas del problema, ya.

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