sábado. 27.04.2024

… y los demás, ¿qué?

Se acerca el día D, se acerca el 1-O. Incógnita; ¿qué pasará? Hombre, algo va a pasar; alguna sorpresa nos vamos a llevar, pero en líneas generales, en lo esencial, en aquello que marca el devenir político de nuestro país, no espero sorpresas, el pescado está todo vendido. Conocemos a los contendientes. Sabemos de su talla política, sabemos como actúan; como responden, cual es su alcance. Sinceramente: no veo a ninguno capacitado para resolver la encrucijada en la que nos han metido. Lo repito una vez más: “estos contendientes tienen que marcharse a sus casitas”. A partir de ahí podemos empezar a hablar de soluciones.

Unos van a seguir, a partir del D+1, arrimando el ascua a su sardina, priorizando sus intereses personales y partidistas. Otros, o los mismos, intentando que no se hable de desigualdad y corrupción, que no se haga frente a las necesidades de los ciudadanos. Otros, o los mismos, van a seguir sin saber, sin querer, sin poder, unir lo que ellos han desunido. ¿Qué va a pasar? o ¿Qué quiero yo que pase? Dos preguntas absolutamente incompatibles.

¿Qué va a pasar? Lo mismo que en las noches electorales: que todos se proclamarán ganadores. Al norte de Ebro, escucharemos decir: les hemos ganado, hemos logrado que se celebre el referéndum, lo catalanes se han manifestado con libertad, frente al opresor, ahí queda eso con dos bemoles. Y por debajo del Ebro oiremos la proclama del vencedor, luciendo también sus bemoles: la Ley se ha impuesto, hemos impedido que se celebre el referéndum, hemos logrado defender la unidad de España.

Lo que a mí me gustaría que pasase, -y que no va a pasar-. Que Carles Puigdemont declarase desde la Plaça de Sant Jaume: “Nos hemos equivocado. Asumo la responsabilidad y presento mi dimisión como presidente de la Generalitat”. Y al mismo tiempo, la misma noche de autos, que saliese Rajoy a la puerta del Mocloa, para hacerse ante los españoles la siguiente pregunta: “Si con la Ley a nuestro favor, si habiendo impedido que se rían del Estado, la fuerza del independentismo ha pasado del 17 % al 48 % es que algo hemos hecho mal. En consecuencia, asumo mi responsabilidad y presento la dimisión ante el Rey de España”.

¡Qué risa! Ni lo uno ni lo otro. ¡Imposible! Bueno, ¿y los demás que vamos a hacer?

… y los demás, ¿qué?