¿Por qué decidiste presentarte como candidato a la secretaría general de Juventudes Socialistas?
Sergio (Sánchez) me comentó que llevaba tiempo pensando en dejar la secretaría general y me propuso presidirlo yo. Después de mucho pensar y de hablarlo con Ramón (Rosales), decidimos presentar una lista entre los dos. La verdad es que no me arrepiento de nada. Para preparar la candidatura hablé con todos los afiliados y me he llevado muy buen sabor de boca de esta experiencia.
¿Qué objetivos te has planteado para esta etapa?
Va a ser un proyecto continuista de lo que ha estado haciendo el anterior secretario general. Vamos a seguir haciendo cosas que ya se han hecho y vamos a hacer otras nuevas. Las actividades recreativas y deportivas que se han hecho durante estos años las vamos a dejar a un lado, aunque se van a seguir haciendo, porque nos vamos a centrar sobre todo en el trabajo de calle. Haremos actos sociales, como el Día Conmemorativo de la Violencia de Género, y actos en contra de los recortes. Creemos que podemos hacer mucho más de lo que se ha hecho hasta ahora y, sobre todo, dar jaleo ante la situación que estamos viviendo. Como la Junta ya no concede subvenciones como antes, tenemos que buscar la manera de financiar las actividades recreativas y deportivas, como el Certamen de Monólogos o el de Poesía Joven ‘Ciudad del Vino’.
¿De qué equipo te has rodeado?
El número dos es Ramón Rosales. Él lleva más tiempo afiliado que yo y ha formado parte junto conmigo de la anterior junta directiva. Nos conocemos desde el colegio y sé que es una persona muy trabajadora y competente. Luego está Raquel Marín, una buena amiga, ha estudiado Administración y Dirección de Empresas, trabaja en un banco en Valdepeñas, y siempre ha colaborado con nosotros, es muy seria y trabajadora.
Luego está María Isabel Aranda, que está sin trabajo. También ha colaborado mucho con nosotros y, aunque vive en Moral de Calatrava, está afiliada a Juventudes Socialistas de Valdepeñas. Por último, Ismael Ferrer ha estudiado Comercio, es el más joven del grupo y está al frente de la secretaría de Ocio y Cultura. Al ser el más joven puede atraer más jóvenes a Juventudes Socialistas de Valdepeñas porque, aunque somos 31, debemos fomentar la militancia.
Con esta situación de crisis económica, de movimientos de indignados y en el que los políticos están perdiendo cada vez más credibilidad, ¿qué os lleva a jóvenes como tú a querer ser políticos y, en tu caso, querer estar al frente de Juventudes Socialistas?
En estos años que llevo afiliado a JJSS, he vivido la época buena y la mala. Aquí estamos porque nos interesa esto. Nos importa el trabajo que hacemos y que nuestra voz esté en la calle. Tenemos un trabajo difícil porque ahora mismo sales a la calle y no te insultan pero te miran mal. No está bien visto ser político pero quiero inculcar que los jóvenes vuelvan a creer en la política porque es una herramienta con la que se puede cambiar el futuro y las vidas de la gente. Sobre todo hay que cambiar nuestra mentalidad porque hay muchos que piensan que todos siguen el camino de los políticos corruptos pero eso no es verdad. Hay que pensar en un futuro productivo. Hay muchos jóvenes que acaban la carrera y no se esfuerzan en buscar un trabajo. No tienen motivación ninguna. Ahora mismo la situación política no motiva a nadie. Y creo que lo peor está por venir. Lo peor va a ser cuando esa generación que está desmotivada le toque afrontar su lugar. Eso me preocupa bastante.
¿Cómo ves el momento de crisis que vivimos?
La veo bastante mal porque se están haciendo más sacrificios en sectores que deberían ser intocables y otros que se están fortaleciendo más, como pasa con el tema de Bankia. Se da dinero público a empresas privadas mientras que a los maestros se les está despidiendo con transferencias. No se puede tolerar que quiten UVI’s, que quiten la prueba del talón como pasa en Castilla-La Mancha, que haya manifestaciones en los hospitales todos los días, que se invierta en la Iglesia católica más de un millón de euros al día y que luego se le siga beneficiando con la casilla de la declaración de la renta. No soy creyente y no tengo por qué mantener con mi dinero a un grupo de curas que no hacen nada por nadie. Sería una buena solución imponerles el IBI y derogar la Ley de la Propiedad de 1998 en la que las propiedades que se quedaban sin dueño iban directamente a manos de la Iglesia. Sería un buen empujón para arreglar la crisis. Y sobre todo a los bancos no hay que darles dinero y hay que acabar con la corrupción.
Si tuvieras a Rajoy delante, ¿qué le dirías?
A Rajoy le preguntaría que por qué en vez de dar dinero público a los bancos no se nacionalizan. Le diría lo de la Iglesia y le preguntaría también que por qué basa su Gobierno en recortes viendo que hay un millón de parados más desde que llegó al poder y que la prima de riesgo está por las nubes. Y le preguntaría si no se le cayó la cara de vergüenza cuando al anunciar los recortes todos los de su partido le aplaudieron. Si yo tengo que comunicar esos recortes, que es sufrimiento para mucha gente, se me caería la cara de vergüenza. Y si a eso le sumamos el comentario de Andrea Fabra… Le preguntaría si tiene corazón y cómo puede dormir por las noches.
Has reconocido que los jóvenes están desmotivados con la política. ¿Qué harías para motivarlos?
Sacarlos de su casa y creando jaleo en la calle, repartiendo panfletos y moviendo redes sociales. Hay mucha gente a la que se puede mover. Es una tarea difícil porque no estamos bien vistos. Por llevar unas siglas socialistas te relacionan con todo lo malo que han hecho miembros de mi partido a nivel provincial, regional o nacional. Aún así, yo soy socialista y estoy muy orgulloso de ello.
¿Cómo ves a la juventud de Valdepeñas?
La veo un poco desmotivada. Creo que todavía no han visto la realidad de la situación o el miedo, aunque no me gusta llamarle miedo. El miedo nos lo transmite la televisión. Pienso que siguen viviendo como en la época anterior a 2008. Me gustaría que la gente encontrara algo que les motive para labrarse su futuro. Sé que es una época dura y no vamos a encontrar trabajo de lo que hemos estudiado pero por algo se empieza. Hay mucha gente que se queja por todo, que no quiere trabajar en el campo cogiendo capachas de uva y que ha encontrado trabajo y se ha largado a los cinco días porque decían que era agotador.
